domingo, 2 de octubre de 2016

Señoríos y economía en el antiguo reino de Murcia

Santuario en Calasparra (norte de Murcia)

Dos cartas pueblas han servido a Guy Lemeunier[1] para estudiar la economía agraria y el régimen señorial en el antiguo reino de Murcia, constatando en primer lugar que, en comparación con Valencia, en aquel reino se conservan muy escasamente dichas cartas pueblas.

El reino de Murcia conoció entre 1400 y 1800 un fuerte impulso demográfico, pero el encuadramiento jurídico-político de la población fue fundamentalmente municipal y no señorial. Solo se constata una relativa abundancia de cartas pueblas en el siglo XV, cuando los señores se recuperan, y así nos encontramos con los casos de Calasparra, Puebla de Soto[2], Archena[3], Abarán[4], Férez[5] y Alguazas[6]. Ni siquiera la expulsión de los moriscos y su sustitución por pobladores cristianos (a principios del siglo XVII) produjo abundancia de cartas pueblas. El régimen señorial murciano se encuentra en gran parte ligado a la cuestión morisca.

En el siglo XVI la puesta en práctica de una economía extravertida canalizó el poblamiento hacia las huertas. En dicho siglo un nuevo modelo económico dominado por la demanda exterior sucede a la antigua economía de guerra, ampliamente autosuficiente, sobre todo en el textil, y adaptada a la ganadería, la comercialización del botín y los esclavos. La producción textil se dio en beneficio de la oligarquía local, relacionada con medios mercantiles, sobre todo extranjeros. Por el contrario, allí donde las dotaciones hidráulicas eran suficientes, se realizó una reconversión de los regadíos en la primera mitad del siglo XVI: la Vega de Molina[7] y la Vega Media, que eran una especie de secanos mejorados ocupados por la viña y los cereales, se transformaron en morerales durante más de tres siglos. En la huerta de Murcia el valor de la seda sobrepasó al de las demás producciones agro-pastoriles en su conjunto cuando acaba el siglo XVI.

Los poderosos estuvieron dispuestos a invertir sus capitales en trabajos de infraestructura hidráulica y en plantaciones para atraer la mano de obra. La zona potencial de extensión de la morera constituyó un sector señorializado (Vega de Molina, comarca de Mula[8]) mientras que los señoríos en el siglo XV habían sido a la vez empresas de colonización agrícola y puntos de apoyo político-militares. De esta manera nacen alrededor de la capital más de una veintena de señoríos, cuyos titulares más afortunados obtendrán, más tarde, la jurisdicción y títulos aristocráticos: marqués de Espinardo, de Beniel, de Albudeite…

La base jurídica del proceso fue la concesión territorial con censo enfitéutico, casos de La Nora, Marciascoque, el Palomar, Javalí Nuevo, Beniel… A veces las concesiones se hacen a favor de miembros de las clases acomodadas de la capital, como es el caso de El Campillo (1578), no de los campesinos. La Puebla de Soto es una empresa señorial de colonización cerealera realizada con mano de obra musulmana. El señor intentó conseguir ingresos de unos nuevos vasallos no solo a través de los solares y de las tierras que les había distribuido, sino en razón de su estatuto jurídico-religioso. De ahí la cascada de derechos que se encuentra en los señoríos mudéjares: adehala, alquilate, cabezaje, alfatara, provisión de leña y paja, y hasta supervivencias de la corvea. De ahí también la prohibición de vender a los cristianos, cuya intrusión reducía la rentabilidad del señorío. Un siglo más tarde los mudéjares se han convertido en moriscos y en los antiguos señoríos de Aguazas, Alcantarílla y la Puebla de Soto luchan por el reconocimiento de su estatuto de cristianos.

El censo, que permanecía en el siglo XV como la forma dominante de tenencia, es ahora raro en la huerta, convirtiéndose en contrato-tipo solo en las zonas pioneras (límites de la huerta y campo). En suma, de una relación señor-vasallo de tipo valenciano, se ha pasado a otra casi capitalista de propietario-arrendatario.


[1] “Dos cartas pueblas: La Raya, 1548 y Agramón, 1800”.
[2] En las proximidades de la ciudad de Murcia.
[3] En el valle de Ricote, centro-norte de la provincia de Murcia.
[4] En la Vega Alta del Segura.
[5] Al sur de la actual provincia de Albacete.
[6] En la Vega Media del Segura, al este de la actual provincia de Murcia.
[7] Muy cerca de la Vega Media.
[8] En el centro de la actual provincia de Murcia.

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