Detalles del sepulcro de Carlos III de Navara (*) |
Jehan Lome de Tournai esculpió el sepulcro para el rey
navarro Carlos III y su esposa Leonor de Trastamara, que se encuentra en la
catedral de Pamplona. Como hizo Víctor Hugo en el siglo XIX, se puede comparar
en magnificencia con los de María de Flandes y Carlos el Temerario en Brujas, los duques de Borgoña en Dijon y los duques
de Saboya en Brou[i].
Según se lee en la Gran Enciclopedia Navarra, Jehan Lome
trabajó para el rey Carlos III de Navarra durante la segunda parte del reinado
de éste. El sepulcro le fue encargado por el propio rey.
Muerta la reina Leonor
en 1415, el rey lo haría diez años más tarde, pero el sepulcro del que aquí
hablamos había sido comenzado antes del primer año citado, reanudándose en 1416
utilizando alabastro de una cantera en Sástago[ii].
Es curioso que mientras la reina ordena ser enterrada con el hábito de San
Francisco, para dar idea de humildad, el sepulcro es de una monumentalidad y
lujo extraordinarios. Para esta obra Lome fue ayudado por artistas locales,
empleando aceite de linaza para la pintura. Cuando estuvo terminado el sepulcro
se trasladó a Pamplona en diversos trozos que luego fueron ensamblados.
En el caso de María de
Flandes y Carlos el Temerario, cuyos
sepulcros están en Brujas, se trata de hija y padre, habiendo sido enterrado
primero el cuerpo de éste último en otro lugar. El sepulcro se realizó dejando
de por medio unos sesenta años, en lo que se notan ciertas diferencias, según
se lee en “Dos tumbas y un corazón”[iii].
Contrariamente al sepulcro de Carlos III y su esposa Leonor, aquí se trata de
dos tumbas independientes, donde destacan los colores dorados, los pliegues en
los ropajes, la actitud orante de los personajes y también la monumentalidad. Pero
hay un mayor realismo en la tumba de Carlos, pues aunque éste murió antes, su
tumba se realizó mucho más tarde.
En Dijon se encuentra
la tumba de Felipe el Atrevido, duque
de Borgoña, que vivió entre mediados del siglo XIV y principios del XV. Como
fundó la cartuja de Champmol, en las proximidades de Dijon, allí fue sepultado.
La tumba fue empezada por Jean de Marville, pero una vez que éste falleció en
1389, le sucedió Claus Sluter, a quien se atribuye la obra en su magnificencia,
que tampoco terminaría. En lo alto está la imagen del duque idealizada, con
ángeles a la cabecera (parecen una exageración en el conjunto) y un león
acurrucado a los pies. Los personajes que rodean la tumba no son monjes, sino
laicos con hábitos de aquellos, lo que luego se generalizó.
En cuanto a los
sepulcros de los duques de Saboya, en Brou, habrá que tener en cuenta el papel
jugado por los personajes: Margarita de Austria[iv]
vivió entre 1480 y 1530, teniendo títulos de Austria, de Asturias, de Gerona y
de Saboya… Su sepulcro está bajo un potente dosel gótico con pináculos,
mientras que su estatua yacente está arropada ricamente y con la corona ceñida
y a sus pies hay un perro adormilado.
En cuanto a Filiberto
II de Saboya, fallecido a la edad de 24 años, su sepulcro es más sencillo, sin
dosel, pero no menos rico en decoración, con figuras rodeando a la estatua
yacente del difunto, que viste ricos ropajes y ciñe igualmente una corona o
diadema. Rodean la tumba damas atildadas y con posturas amaneradas, de frente,
de perfil y con plegados abundantes.
Todos estos sepulcros,
y no son los únicos, presentan una rica decoración desde el gótico hasta el
Renacimiento, multitud de elementos animales, humanos y mitológicos (como es el
caso de los angelotes). Dan una idea del esplendor de algunas cortes europeas
en el siglo XV, al tiempo que del poder que habían acumulado sus titulares,
aunque en algunos de los casos sus estados cayesen más tarde o más temprano bajo
la órbita de otros más poderosos. Estos sepulcros nos envían un mensaje por
parte de sus autores y dinastas que los encargaron: estamos en una época de
esplendor o decadencia, según los casos, pero cuando ya se tiene plena
conciencia del poder ducal, real, etc.
[i] El
monasterio de Brou está en la ciudad de Bourg-en-Bresse, Francia.
[ii] Al
sureste de la actual provincia de Zaragoza.
[iv] Hija de
Maximiliano I Habsburgo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario