sábado, 3 de julio de 2021

Después de la Revolución

 

elmundo.es/la-aventura-de-la-historia

Dice José Rodríguez Labandeira[i] que lo que se restauró en Francia el año 1814 no fue la monarquía absoluta sino “La Maison de Bourbon” en el trono de Francia, cuando los ejércitos aliados obligaron a abdicar a Bonaparte. El favorecido por dicha restauración fue el hermano Luis XVI, de nombre Luis Estanislao, que había abandonado Francia el mismo día que intentó huir el rey citado en junio de 1791.

Luis Estanislao vivió en Coblenza, Westfalia, Verona, Turín, Riga, Varsovia, en Suecia, y en Inglaterra desde 1807. Cuando fue ejecutado Luis XVI, Luis Estanislao se proclamó Regente del reino e hizo público el Manifiesto de Ham (enero de 1793), donde decía querer restaurar la monarquía borbónica “sobre bases inalterables”[ii]. Cuando en 1795 murió el Delfín[iii], confiado a un zapatero para su educación republicana, Luis Estanislao se proclamó rey. A partir de este momento es la historia de una paciencia notable por parte del que luego sería Luis XVIII.

Vencido Bonaparte en Leipzig (1813), por el Tratado de Chaumont[iv] se comprometieron Austria, Prusia, Rusia y Gran Bretaña para acabar con el poder del corso. De nuevo a las armas, Marmont[v] firmó la rendición de París y Bonaparte se retiró a Fontainebleau. Talleyrand, que había sido su ministro de Exteriores, recibió al zar Alejandro I en París y decidieron convocar al Senado para que creara un Gobierno provisional y decretase la prisión del emperador, a lo que se unió el Cuerpo Legislativo[vi].

El Senado votó una Constitución y el Cuerpo Legislativo le secundó: la forma de gobierno sería una monarquía hereditaria y se llamaba a Luis Estanislao como rey de Francia. Cuando este entró en Francia una delegación del Senado fue a su encuentro para que aceptase la Constitución, pero Luis Estanislao respondió con la Declaración de Saint-Ouen[vii], aunque el nuevo rey no se oponía al contenido sino a la exigencia de que fuese él quien otorgase la Carta a la nación.

Para Luis Estanislao su monarquía era de origen divino (lo que se hizo constar en el preámbulo) pero reconocía cierto liberalismo que diese estabilidad a su régimen: libertades públicas y derechos individuales, independencia de los tribunales, etc. Una comisión de pocos legisladores elaboró esta nueva Constitución (1814) por la que el rey detenta el poder ejecutivo, la iniciativa legislativa y el derecho de veto sobre el legislativo (una de las Cámaras sería nombrada por el rey y la otra elegida por sufragio censitario muy restringido). Los jueces serían inamovibles y, en teoría, todos los franceses serían iguales ante la ley; se reconocía el derecho a la propiedad privada, la libertad de cultos, la libertad de imprenta para publicaciones “de más de 20 pliegos” y una relativa libertad de prensa, ley que fue redactada por Guizot. Una solución de compromiso que no satisfará a los liberales con el resultado del fin de la dinastía en 1830.

Rodríguez Labandeira habla de “dos Francias”, llevándose a la desmovilización de los ejércitos, la proliferación de actos expiatorios como el del aniversario de la ejecución de Luis XVI, o el temor de los compradores de bienes desamortizados ante las reclamaciones de sus antiguos propietarios, lo que generó alarma y desconfianza porque la antigua nobleza era incapaz de asimilar los nuevos tiempos tras la Revolución.

Bonaparte consiguió poner pie en Cannes[viii] en marzo de 1815 y, en la prensa, Benjamín Constant denunció qué representaba su regreso, pero el Gobierno fue incapaz de cortarle el paso y Francia estuvo al borde de una guerra civil. El rey lanzó un discurso a la Cámara prometiendo defender la Constitución hasta su muerte pero poco después volvía a huir del país. Bonaparte entraba en ese momento en las Tullerías y daba comienzo el “imperio de los cien días”.

Se redactó entonces el Acta Adicional a las Constituciones del Imperio[ix], en cuyo artículo 2º se decía que “el Poder legislativo es ejercido por el Emperador y por dos Cámaras”; en el 6º se establecía que los miembros de la familia imperial eran pares por derecho…; en el 33º que la industria y la propiedad manufacturera y comercial tendrían una representación especial; se regulaban los impuestos, la responsabilidad de los ministros, y el Emperador nombraría a todos los jueces…Entre los artículos 59º y 62º se establecía que “los franceses son iguales ante la ley”, que nadie podría sustraerse a los jueces así como nadie podría ser perseguido, detenido, arrestado ni exiliado si no era en los casos previstos en la ley, así como se garantizaba la libertad de culto, y no podía faltar que “todas las propiedades poseídas o adquiridas en virtud de las leyes y todos los créditos sobre el Estado serían inviolables".

La derrota de Bonaparte en Waterloo dio al traste con tantos esfuerzos y la monarquía borbónica se impuso de nuevo con Luis XVIII al frente; un reinado muy torpe de su sucesor llevaría a la revolución de 1830. Francia entraba en otra etapa de su historia política pero no muy distinta de la anterior, incluida la bonapartista.



[i] “Francia liberal (1814-1870)”.

[ii] Véase nota i. En la obra citada se basa el presente resumen.

[iii] Luis Carlos, hijo de Luis XVI, fue arrestado en 1791 (era un niño) y proclamado rey por los monárquicos cuando el rey fue guillotinado en 1793, pero no reinó de forma efectiva. El que Luis Estanislao adoptase el nombre de Luis XVIII da a entender que se reconoce el “reinado” de Luis Carlos aunque solo nominalmente.

[iv] Nordeste de Francia.

[v] Militar que ordenó la retirada de las tropas a sus órdenes y llegó a un acuerdo con los coaligados, lo que llevó a Bonaparte a la abdicación.

[vi] Senado y Cuerpo Legislativo son dos de las instituciones legislativas en la época del primer imperio pero no las únicas.

[vii] Hoy en la aglomeración parisina.

[viii] Costa sureste de Francia.

[ix] Un prólogo y 67 artículos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario