Hasta 1918 Croacia estuvo bajo sobereanía del imperio austro-húngaro, pero tras la primera guerra mundial se constituyó el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos que daría lugar, años más tarde, a Yugoslavia. Radic es uno de los fundadores del Partido Campesino Croata que, al contrario que otros de este tipo, tuvo una ideología progresista en tanto que la situación social de los campesinos fue una de sus preocupaciones principales. También fue un partido nacionalista, pues Radic no estuvo de acuerdo en unir Croacia a Serbia, consciente de la hegemonía de este país, independiente desde 1878 y por lo tanto principal animador del nacionalismo en los Balcanes contra austro-húngaros y otomanos.
Nacido Radic en el seno de una familia campesina y pobre del norte de la actual Croacia, en el pueblo de Desno Trevarievo (1871), al lado del río Sava, que desagua en el Danubio, su vida fue agitadísima tanto por su pretensión de estudiar sin tener recursos para ello como por sus aspiraciones e ideales políticos, siempre teniendo como norte la mejora de las condiciones del campesinado. Ello le llevó a conocer mediante varios viajes que realizó a lo largo de su vida todas las regiones de Croacia, desde Eslavonia hasta Dalmacia. También estuvo varias veces en prisión, en ocasiones por nimiedades sin contenido político o delictivo verdadero, sino más bien por la falta de libertades en el imperio Austro-húngaro y por el carácter de Radic.
Su relación con el obispo Josip Strossmayer, bastante mayor que él, le influyó grandemente, pues Radic estuvo siempre guiado por un profundo sentimiento cristiano y por la labor social que el obispo llevó a cabo. Como político, Strossmayer se esforzó por la defensa de la lengua croata, por la extensión de la educación entre el pueblo y por las obras de caridad. El obispo fue un personaje notable en el mundo de la cultura y de la política eslava.
También recorrió varios territorios europeos para seguir estudios, particularmente en Zagreb, París, Praga y Rusia. En este último país, vinculado a los Balcanes por la población eslava, pudo comprobar las condiciones de vida tanto del campesinado como de la clase obrera industrial del oeste. El hecho de ejercer como periodista en varias ciudades le mantuvo informado de la política europea del momento, a principios del siglo XX.
En las elecciones, restringidas, el partido por él fundado hacía poco años obtuvo en 1908 una escasa representación, pero esta fue aumentando con el tiempo: a finales de 1920, cuando se aprueba la Constitución del Reino de los Croatas, Serbios y Eslovenos, el Partido Campesino obtuvo el 14,3% de los votos, cuando el porcentaje más alto, en una división política extrema, había sido del 19,9%. En elecciones posteriores obtendrá el 21,8% y en las de 1925 el 22,2%. Para entonces el Partido Campesino era ya árbitro de la política croata y, en general, yugoslava. Poco antes de su muerte, sin embargo, el Partido Campesino bajó a una representación del 15,8%, pero el arco político estaba enormemente fragmentado, por lo que estos porcentajes no son bajos en términos relativos.
Aunque en un primer momento Radic había aceptado de buen grado a la dinastía habsbúrgica, más tarde defenderá la forma republicana de estado, luego aceptará como un mal menor la monarquía que se establece primero en la persona del rey Alejandro I, que se convertirá en dictador poco después de la muerte de Radic, asesinado en 1928 en el mismo Parlamento. Radic formó parte del Gobierno en varias ocasiones, pero también se retrajo de participar en él en otras: las dos grandes batallas de Radic fueron la mejora de las condiciones de vida de los campesinos croatas y el federalismo, negándose siempre a la unión con Serbia, aunque dicha unión ya se había producido poco después de finalizada la primera guerra mundial.
Una importante obra sobre la personalidad política de Radic, así como de la realidad yugoslava en el período de entreguerras es la de Mark Biondich: Stjepan Radić, the Croat Peasant Party, and the politics of mass mobilization, 1904-1928. University of Toronto Press. (2000).
En las elecciones, restringidas, el partido por él fundado hacía poco años obtuvo en 1908 una escasa representación, pero esta fue aumentando con el tiempo: a finales de 1920, cuando se aprueba la Constitución del Reino de los Croatas, Serbios y Eslovenos, el Partido Campesino obtuvo el 14,3% de los votos, cuando el porcentaje más alto, en una división política extrema, había sido del 19,9%. En elecciones posteriores obtendrá el 21,8% y en las de 1925 el 22,2%. Para entonces el Partido Campesino era ya árbitro de la política croata y, en general, yugoslava. Poco antes de su muerte, sin embargo, el Partido Campesino bajó a una representación del 15,8%, pero el arco político estaba enormemente fragmentado, por lo que estos porcentajes no son bajos en términos relativos.
Aunque en un primer momento Radic había aceptado de buen grado a la dinastía habsbúrgica, más tarde defenderá la forma republicana de estado, luego aceptará como un mal menor la monarquía que se establece primero en la persona del rey Alejandro I, que se convertirá en dictador poco después de la muerte de Radic, asesinado en 1928 en el mismo Parlamento. Radic formó parte del Gobierno en varias ocasiones, pero también se retrajo de participar en él en otras: las dos grandes batallas de Radic fueron la mejora de las condiciones de vida de los campesinos croatas y el federalismo, negándose siempre a la unión con Serbia, aunque dicha unión ya se había producido poco después de finalizada la primera guerra mundial.
Una importante obra sobre la personalidad política de Radic, así como de la realidad yugoslava en el período de entreguerras es la de Mark Biondich: Stjepan Radić, the Croat Peasant Party, and the politics of mass mobilization, 1904-1928. University of Toronto Press. (2000).
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