Imagen actual de Espejo (Córdoba) |
Generalmente se admite que la
conflictividad social en España fue menor durante los años 1934-1935 (gobiernos
conservadores) que en el bienio anterior, pero lo cierto es que en 1934 hubo
dos grandes movilizaciones sociales que vienen a relativizar aquello: la huelga
campesina convocada por la Federación de Trabajadores de la Tierra (UGT) a
mediados de 1934, y el movimiento insurreccional de octubre del mismo año que
protagonizaron la UGT y el Partido Socialista contra la entrada de la CEDA en
el gobierno de Lerroux. De todas formas A. M. Calero da una cifra de cinco
huelgas agrícolas en 1935 para toda Andalucía.
Las nuevas condiciones que se
dieron en el bienio conservador fueron la política más dura y represora contra
los movimientos sociales, la imposición de la censura de prensa por parte del
ministro Salazar Alonso (a partir de octubre de 1934, no desaparece casi hasta
finales de 1935) y sucesivas declaraciones del estado de alarma y de guerra.
Ante esto, el temor a movilizarse contra los patronos y el poder aumentó.
En la provincia de Córdoba –como en
otras- los principales motivos de movilización campesina fueron la lucha contra
el paro, las reivindicaciones salariales y la relajación por parte de las
autoridades en el cumplimiento de la legislación laboral del bienio anterior
(que no cambió sustancialmente). Por poner un ejemplo, la patronal agraria se
opuso sistemáticamente a la actuación de los jurados mixtos, responsables de
arbitrar en los conflictos. En relación a la censura de prensa, en la citada
provincia, es un síntoma la desaparición del periódico “El Sur”, órgano
oficioso del Partido Socialista.
En cuanto a los salarios fue el
año 1933 en el que más bajaron, recuperándose algo en 1934 en el caso de la
siega de cereales con hoz o con guadaña. En la recogida de aceituna, siembra a
mano, cavar olivos y otros trabajos agrícolas no especificados, los sueldos
siguieron bajos en el último año citado respecto a 1932, y en 1934 se suspendió
la actividad de los jurados mixtos.
El problema del paro estacional
estuvo suavizado por las “cocinas económicas” pero la situación de los
trabajadores agrícolas, en el bienio de gobiernos conservadores, empeoró
sensiblemente, dirigiéndose muchos pueblos a la Federación Provincial de
Trabajadores de la Tierra durante febrero y marzo de 1934, siendo la sociedad
de obreros agrícolas “Germinal”, de La Rambla, la que propuso organizar una
huelga en la provincia de Córdoba. La situación afectó a la esfera religiosa,
pues durante el bienio de gobiernos conservadores las procesiones se llevaron a
cabo con cierta discreción e incluso con brillantez, como señaló algún
periódico de la época.
Los controles sobre el orden
público a través de diferentes estados de excepción estuvieron vigentes durante
casi todo el bienio, dándose en 1934 la suspensión de alcaldes y concejales
socialistas, y después de octubre casi todos los Ayuntamientos socialistas de la
provincia fueron destituidos, siendo detenidos varios líderes sociales por la
repercusión de la insurrección de aquel mes en la provincia de Córdoba (sobre
todo en las zonas mineras). En 1935, a cambio de huelgas, las fuentes reflejan
la abundancia de hurtos y robos a causa del hambre, entre los que habría
algunos independientemente de la situación social. En 1934 se registraron 51
huelgas rurales en la provincia de Córdoba, mientras que 15 incendios entre
dicho año y 1935, así como 52 hurtos y robos en ambos años.
En Castro del Río, Puente Genil,
Rute, Espiel y Lucena la prensa informó de diferentes robos en panaderías; en
Pozoblanco un grupo de personas robó cinco borregos; en Montilla la “cocina
económica” repartía hasta 2.000 comidas
diarias entre parados; en Lucena, hombres, mujeres y niños recorrían las calles
pidiendo caridad… en Dos Torres intentaron organizar una “marcha de hambrientos
sobre Córdoba”; en Palma del Río los trabajadores se revolvieron contra el
sistema de socorros en forma de víveres; en Cañete de las Torres algunos
vecinos colocaron un explosivo de fabricación casera en la puerta de la casa de
un propietario por tener contratados trabajadores forasteros; en Pedroche un
grupo incendió una ermita y en Hornachuelos provocaron un gran incendio en la
iglesia del pueblo.
A Villafranca se desplazó el
Gobernador Civil para calmar la tensa situación debida al paro obrero en el
campo, poniendo de acuerdo a los patronos para que juntasen dos mil pesetas que
se repartieron entre los obreros, dinero que habrían de devolver cuando
estuviesen empleados y cobrasen un jornal…
Los afiliados a la CNT provocaron
protestas de envergadura en Bujalance, por lo que fueron represaliados, aunque
el comienzo de dichas protestas se remonta a 1933. Los comunistas comenzaron un
llamamiento para la constitución de un frente único de trabajadores en lucha
contra el paro, pero solo en Montalbán hubo una huelga por este motivo a
consecuencia de aquel llamamiento.
La huelga de campesinos promovida
por la Federación de Trabajadores de la Tierra (mediado 1934) afectó a toda
España pero, aunque importante, no logró sus objetivos. Se dieron muestras de
ludismo, pues una de las reivindicaciones de los obreros fue la limitación del
uso de maquinaria en los trabajos agrícolas. El Gobierno estableció la censura
previa en la prensa, empezando aquella huelga en Córdoba el día 5 de junio,
mientras que unos días antes el Gobernador reconocía que se habían presentado
64 oficios de huelga, es decir, la mayoría de los pueblos de la provincia
(menos diez). Según “El Sur” el paro afectó a unos 44 pueblos entre los días 5
al 7 de junio, pero la huelga no se siguió en los de influencia de la CNT:
Baena, Bujalance, Cañete de las Torres, Fernán Núñez, Castro del Río y
Palenciana. Tampoco tuvo repercusión en los pueblos más importantes del olivo:
Lucena, Priego, Cabra, Benamejí, Encinas Reales, ni en otros de marcada
influencia comunista, como Doña Mencía, Zuheros o Montoro.
Hubo numerosas detenciones y a
partir del día 14 la huelga estaba casi terminada, poniendo el Gobernador en
libertad a casi todos los detenidos. A mediados de julio se autorizó la
reapertura de los centros obreros que habían sido clausurados. Por su parte, sobre la
insurrección que tuvo a Asturias y Cataluña como principales centros a principios de octubre, de
carácter político, las noticias llegaron a Córdoba y,
a pesar del estado de guerra decretado el día 6 y la censura previa de prensa,
algunos pueblos de la sierra cordobesa vieron alteraciones. Es el caso de
Peñarroya, aunque la huelga no llegó a ser general; en Hornachuelos, reducto
del socialismo, se produjeron varias detenciones y la represión fue muy
importante aquí y en otros pueblos: fueron detenidos sospechosos en las calles
y en los registros domiciliarios, entre ellos el Secretario de la Federación
Provincial de Trabajadores de la Tierra, el Presidente del sindicato de
metalúrgicos, el doctor Martín Romera, que había sido vicepresidente de la
Agrupación Socialista en Córdoba, un concejal socialista y un ex alcalde de
Hornachuelos. En total 118 detenciones.
En Villaviciosa, el día 9 de
octubre, se enteraron de los sucesos de Asturias y se declaró la huelga,
sumándose los de la CNT. Los huelguistas fueron al Ayuntamiento, desarmaron a
los guardias, incendiaron algunos muebles e izaron una bandera roja. Para
cortar el paso a las fuerzas del orden hicieron una zanja en la carretera; los
amotinados sostuvieron un tiroteo con los guardias civiles, dos de los cuales
resultaron heridos, mientras que los rebeldes, viéndose perdidos, huyeron al
campo. Pocos días después fueron detenidos todos los involucrados en la
rebelión, y en el banquillo de los acusados se sentaron 121 vecinos que fueron
acusados de rebelión militar. Durante el consejo de guerra, que se celebró un
año más tarde, los defensores alegaron algunos malos tratos por parte de la
Guardia Civil.
En 1939, una vez acabada la
guerra civil española ¿cuántos de los vecinos de la provincia de Córdoba habían
sobrevivido y cuantos yacían muertos? ¿Cuántos sufrieron la represión que
siguió? ¿Cuántos de los protagonistas o sus hijos tuvieron que sufrir la
emigración entre finales de los años cuarenta y principios de los setenta del
pasado siglo? Aquí no tenemos respuesta a estas preguntas; queden estas líneas
como resumen de la historia de los campesinos de Córdoba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario