Arco de Volúbilis |
Estas dos ciudades de época romana se
encuentran, Volúbilis, en la antigua Mauritania Tingitana, habiendo sido un
asentamiento libio púnico con anterioridad. En la Mauritania Cesárea
se encuentra Cesárea, construida sobre la fenicia Iol y que hoy se identifica
con Cherchel, en la costa argelina.
Volúbilis tuvo un primer momento de prosperidad
en tiempos del rey Juba II, habiendo dado las excavaciones dos fases de época
romana. En el nivel de Volúbilis I quizá solo fue una ciudad federada a Roma;
más tarde, al alcanzar con el emperador Claudio el grado de municipio, se
desarrolló el urbanismo que hoy nos ha quedado, con lujosas casas privadas.
Entonces empezarían a llegar a la ciudad los “publican”, hombres de negocios
que revolucionaron los sistemas de producción, comercialización y distribución
de sus riquezas.
La ciudad estuvo rodeada por una muralla
construida en el siglo II de nuestra era, con 500 metros de perímetro
y 1,5 de espesor. Constaba de ocho puertas y 34 torres. Su centro fue el foro,
que adquirió su forma definitiva en el siglo III (20 por 30 m.), rodeado de pórticos.
Anteriormente este lugar estaba ocupado por dos templos de los que se han
encontrado restos (Volúbilis I). Al este del foro se encuentra una basílica de
cinco naves y al sur de esta basílica se encontraba el Capitolio, en el centro
de una pequeña plaza que daba acceso a un templo, posiblemente hexástilo
períptero sobre podio. También contaba en la zona central de la ciudad con unas
termas y, al norte, al inicio de una vía porticada, un arco (de Caracalla y
Julia Domna, madre del primero) donde había otras termas.
Constaba de un solo vano con cuatro columnas
salientes en cada fachada y estaba adornado con medallones que representaban
retratos de la familia imperial. Con este arco se iniciaba la avenida
porticada, con casas donde se han conservado excelentes mosaicos y esculturas.
El llamado palacio de Gordiano debió de ser la residencia del gobernador,
iniciándose su construcción a principios del s. III y luego en etapas posteriores
se modificó su aspecto: es un edificio suntuoso con termas propias y zonas
ajardinadas.
Cesárea también tuvo un momento de esplendor
con Juba II, habiendo dado las excavaciones una muralla de 7 km. de longitud, con puertas
monumentales que fueron reconstruidas varias veces. En el centro el foro, cuyo
definitivo trazado es de finales del s. II o principios del III. Cerca del foro
se levantaron varias termas, contando la ciudad con un anfiteatro de finales
del siglo II. Las llamadas termas occidentales son las más monumentales, con
115 or 70 metros,
ocupando un área de más de 8.000
m2. Estaban construidas con mármoles y adornadas con
mosaicos y estatuas.
En el área del foro había un teatro, construido
a finales del s. I a. de C.: su cávea consta de 27 hileras y tenía una
capacidad para más de seis mil espectadores. Más adelante fue convertido en
anfiteatro, aunque hay otro en la parte oriental de la ciudad con unas
dimensiones de las mayores del mundo romano (100 m. en el eje mayor y 44
en el menor, alcanzando una superficie de más de 4.000 m2.). A las afueras
de la ciudad se construyó, entre los siglos II y III un circo.
Se han encontrado además restos de varios
templos dedicados a Isis, Esculapio, Belona… cultos orientales que demuestran
la mezcla cultural en la ciudad. También un monumental retrato de Augusto de
acuerdo con el culto al emperador que en esta ciudad tuvo una importancia
especial, pues quiso emular a la propia Roma.
Las termas de Cesárea tienen planta regular y
simétrica, con una entrada por la que se accedía al frigidarium y, separado por una estancia, el caldarium. A los lados del frigidarium
dos vestíbulos y otras estancias que demuestran la importancia de esta
ciudad en sus momentos de mayor esplendor.
Estas ciudades, junto con otras del norte de
África, vivían del trabajo en los campos que estaban dominados por ricos
terratenientes, pero la mano de obra no era esclava (genreralmente). Los
latifundistas arrendaban lotes de tierra a colonos libres: el saltus rodeaba a la villa del gran señor
y, alrededor, las viviendas humildes de los colonos (circuncelliones). Estos colonos debían entregar un tercio de la
producción al señor, antes de que llegase la gran crisis de los siglos III y
IV, aquel abandonase la villa y la encomendase a intendentes o conductores, que se dieron a la rapiña y
rompieron con la norma explicada, convirtiendo a los antiguos colonos en
esclavos. Antes de esto la forma de vida contrastaba con la existente más al
sur, donde dominaban las tribus nada o poco romanizadas. Los productos del
campo fueron los cereales, las frutas, la vid y el olivo, mientras que del mar
derivaban las industrias de salazones. Para mantener una rica agricultura se
construyeron grandes pantanos y una red de canales y esclusas.
(Fuente: "África romana", Pilar González Serrano).
(Fuente: "África romana", Pilar González Serrano).
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