sábado, 5 de octubre de 2013

La obra de Jenaro de la Fuente

Edificio Bonín en Vigo

La obra de Jenaro de la Fuente en Vigo asombra no solo por las características de sus edificios, sino porque el autor no era arrquitecto, sino maestro de obras. Nacido a mediados del siglo XIX en Valladolid, todavía joven sería destinado a la comandancia militar de Vigo, convirtiéndose en 1889 en director de obras del Ayuntamiento. Su afición y maestria para el dibujo contribuyeron a las concepciones arquitectónicas, llegando a ser profesor de esta disciplina en la Escuela de Artes y Oficios (ver en este mismo sitio). 

La mayor parte de su obra es civil, siguiendo los estilos ecléctico y modernista, que son los dos que triunfaban en las ciudades españolas entre finales del siglo XIX y pricipios del siglo XX. El material que empleó para sus edificios fue el granito, abundante en Galicia y particularmente en la provincia de Pontevedra. Casi todas sus obras cuentan con una abundante ornamentación, lo que les da un carácter más solemne en una ciudad que, en 1900, contaba tan solo con 23.259 habitantes, pues aún no se le habían agregado los concejos de Bouzas (1904; 7.569 habitantes en el mismo año, y Lavadores, 15.085, tras la guerra civil). 

Todas las obras que realizó fueron encargos de importantes personajes de la época, ya por su cultura, por su riqueza o por ambas cosas a la vez, como es el caso del conde de Torrecedeira, Manuel Bárcena, que le encargó "siete casas para particulares", obra que estaba hecha en 1879. El edificio Bonín (arriba, en la fotografía) fue encargo de Manuel Rodríguez, un hombre que había hecho fortuna en América. También es obra de de la Fuente el edificio Rubira (hoy desaparecido) y la remodelación del palacio de Lourizán, entre Marín y Pontevedra, propiedad de Montero Ríos (1909). El Gran Hotel de Mondariz y el Hotel Acuña en Caldas de Reis también son obra suya, y así mismo otras en Pontevedra, Caldas, Vilagarcía, Ourense y Porriño.

Es la época de las fábricas de curtidos, los astilleros y los salazones. Los industriales eran foráneos en su mayoría, sobre todo catalanes: nombres tan conocidos en Vigo como Velázquez Moreno, Barrié, Manuel Bárcena, Policarpo Sanz, Sanjurjo Badía o Mestú constituyeron parte de la burguesía industrial emparentada con algún caso con la financiera, como es el caso de Augusto Bárcena. Entre los políticos locales encontramos a Eduardo Iglesias, Joaquín Pérez y Antonio Conde, miembros del Partido Liberal de Sagasta, al igual de Ángel Urzaiz, diputado por Vigo tras la época de Elduayen. Este es el Vigo que conoció Jenaro de la Fuente, verdadero artífice de la mejor arquitectura viguesa aún hoy en día.

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