viernes, 7 de diciembre de 2012

El paisaje nevado

"Paisaje nevado" de Renoir

Ahora se llama plaza de la Concordia, pero durante la revolución de finales del siglo XVIII de "concordia" nada: allí estaba instalada la guillotina y por ella pasaron unos cuantos. Con razón los posteriores querrían que la plaza no recordase los horrores cometidos, sino hacer una llamada a la reconciliación de los espíritus.

En la plaza de la Concordia de París está el Museo de l'Orangerie, donde se conservan obras de Cézanne, Modigliani y Renoir, entre otros. Este último, entre 1870 y 1875, pintó el "Paisaje nevado" separándose de las tonalidades coloristas que siempre le caracterizaron. No es el único paisaje nevado de Renoir, pero sí el más poético -a mi parecer- el más logrado a la hora de transmitir un estado de ánimo determinado, de gran originalidad.

Son muchos -y Renoir uno más- los que viviendo en un ambiente de artesanos y artistas, eligen la profesión, pero al contrario que Degas (por ejemplo) Renoir perteneció a una familia humilde. Cuando conoció a Monet y a otros impresionistas dejó su profesión como decorador. Cuando pintó la obra que aquí comento había empezado a exponer en los salones que anualmente reunían a los artistas. Y es curioso que su obra no está compartimentada por etapas, pues al mismo tiempo que pinta el paisaje nevado con un predominio total de los colores fríos, pinta también "Le Moulin de la Galette", donde el colorido es mucho más abundante y vivo, como en el caso de su autorretrato, también de la misma época.

En la siguiente década, sin embargo (1880) abandona en cierto modo la técnica impresionista y el dibujo se hace más firme: "Las grandes bañistas", obra que nada tiene que ver, en cuanto a colorido, con el paisaje que aquí comento.

Naciendo pobre llegará, después de un reconocimiento indudable, otra vez a la pobreza. Luego de nuevo el éxito como pintor; luego la primera guerra mundial y la muerte de su esposa, pero siguió pintando.

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