Ostrakón para emitir el voto en un juicio (1) |
En un primer momento de la historia
griega antigua, nueve arcontes eran los jueces superiores en Atenas, dictando
sentencias como en el caso del “praetor” romano. Con Solón[i],
en la primera mitad del siglo VI a. de C., que estableció el recurso de
apelación, dictar sentencias fue derivado en gran parte a jurados populares.
No obstante, un caso de familia podía presentarse ante un arconte, una ofensa
religiosa ante el rey, un asunto relativo a extranjeros ante el polemarco[ii] y
una queja militar ante los generales…
Los jurados populares estaban formados
por un cuerpo de 6.000 ciudadanos que, por lo menos, hubiesen cumplido treinta
y dos años. Dicho cuerpo estaba dividido en diez secciones y, en todo proceso,
hubo una gran preocupación por evitar el soborno y la intimidación. Según el
asunto de que se tratase, podían formar parte de una sentencia judicial entre
201 y 401 jurados, 1.001 a 2.001 o más de 2.501, siendo el número siempre impar
para evitar empates y estando representadas todas las tribus. En la práctica,
seguramente las sentencias eran dictadas por menos jurados de los que la norma
establecía.
Las cuestiones privadas solo podían ser
promovidas por las personas afectadas, mientras que las que afectaban al Estado
cualquier ciudadano podía promoverlas. En los asuntos de índole primado el
demandante podía ser castigado pecuniariamente si se demostraba que su denuncia
no tenía fundamento (un óbolo por cada dracma reclamada), pero el demandante
podía pedir un castigo de otro tipo o simplemente una declaración que le diese
la razón.
Un caso típico es el del demandante que,
en compañía de dos testigos, cita al demandado para que comparezca ante el
arconte o ante el jurado popular, según los casos. Las partes quedan
comprometidas a pagar las costas del juicio y se fija un día para proceder a
una investigación preliminar[iii].
Las partes en litigio juran decir la verdad y el magistrado pone sobre la mesa
las pruebas encontradas, así como documentos, textos legales, etc. Las mujeres
y los niños eran excluidos del testimonio y los esclavos podían ser admitidos
bajo tortura y cuando las dos partes lo aceptaban.
Vienen luego las alegaciones de las
partes, correspondiendo el primer turno al demandante, pudiendo pedir que los
amigos de cada uno den testimonio según les parezca (los abogados estaban
prohibidos) y los oradores tenían turnos que se repartían por tiempos medidos
por una celpsidra (reloj de agua)[iv].
Acabados los discursos los jurados proceden al voto (en el caso de jurados
populares), estando provistos cada uno de dos discos de bronce (al menos en el
siglo IV a. de C.), uno de ellos con un cilindro en hueco para condenar y otro
con un cilindro en relieve para absolver. En dos urnas se depositaban los
discos, en una de ellas se depositaba el disco que pretendía absolver o
condenar y en la otra el disco que no cumplía ninguna de las funciones
antedichas. Si al comprobar el contenido de la urna útil, hay empate, el
acusado es absuelto (lo que en teoría no ocurriría en el caso de jurados
populares). Si el demandado resulta culpable los magistrados determinan la
sanción teniendo en cuenta la exigencia del demandante y la que está dispuesta
a aceptar el demandado, que siempre será menor. El juicio puede volver a repetirse
si se demuestra que los testigos han incurrido en perjurio.
Lógicamente, la administración de
justicia se fue acomodando a las necesidades de cada tiempo, pero seguramente
con mucha lentitud, salvo en la época de Solón con sus reformas. Las formalidades
serían respetadas en unos casos y no en otros, pero seguramente ello llevó a
muchos juicios fallidos y que se tuvieron que repetir. Es evidente que una gran
cantidad de ciudadanos atenienses estaban implicados en la administración de
justicia, de lo que da idea de los 6.000 que formaban parte de los jurados
populares, pero también debe considerarse que algunos se inhibirían. Siendo la
esperanza de vida mucho más baja que en la actualidad, a los cuarenta o
cincuenta años muchos magistrados fallecerían, por lo que nuevos ciudadanos
eran llamados a formar parte de los tribunales. Con todos los defectos (como el
de excluir de testimonio a mujeres y el trato dado a los esclavos), es evidente
que en el Ática antigua se desarrolló una justicia muy diferente a otros
estados de la misma época.
[i]
Además de legislador fue poeta. Su gobierno tuvo lugar en una época en la que
en Ática se dio gran concentración de riqueza en manos de unos pocos
(eupátridas). Su constitución de principios del siglo VI a. de C. pretendió
favorecer al campesinado pobre.
[ii] En un
primer momento dirigía el ejército, pero luego perdió esta función a favor de
los estrategós.
[iii] El
presente resumen está basado en la obra de A. Petrie, “Introducción al estudio
de Grecia”.
[iv] Ver
aquí mismo “¿Cómo medir el tiempo por la noche?”: https://poiopoio.blogspot.com/2012/01/como-medir-el-tiempo-por-la-noche-para.html
(1) https://www.historiaeweb.com/2019/01/15/justicia-en-la-antigua-atenas/
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