Lo que queda del palacio de los duques de Osuna en Aranjuez (*)
Antonio
Sánchez-González, en un interesante artículo[i],
refleja el carácter y andanzas de Mariano Téllez-Girón, XII duque de Osuna, que
vivió entre 1814 y 1882, desarrollando varias funciones en su vida.
El ennoblecimiento de
esta familia comenzó en el siglo XI y se
fue engrandeciendo con la agregación de numerosos “estados” y títulos hasta el
siglo XIX. Todo el inmenso patrimonio de la familia lo heredó don Mariano a
costa de perder a su hermano, que es a quien estaba destinado el enorme
patrimonio hasta su muerte. Don Mariano heredó la fortuna más grande de España
y además se vio beneficiado con las medidas que permitieron liberalizar los
mayorazgos, por lo que pudo vender dichas propiedades cuando antes estaban
vinculadas.
Durante su vida don
Mariano consumió todos sus bienes, de forma que, según el autor citado, dejó
una deuda a sus herederos del 700% del valor de aquellos en un primer momento.
Derrochó en fiestas lo indecible hasta el punto de hacerse famosas dentro y
fuera de España, pero también tuvo generosidad con quien consideró y con el
Estado, pues nunca percibió, al parecer, estipendio alguno por los muchos
servicios militares y diplomáticos que prestó.
En el siglo XI una rama
desgajada de la familia Acuña desciendia de los reyes de León: el infante Pelayo
Fruela poseyó grandes heredamientos en Galicia y en tierras de Carrión; uno de
sus descendientes participó en la conquista de Toledo, siendo rico-hombre de
Alfonso VI y participó en la batalla de Sagrajas en 1086 salvando la vida al
rey. Así se llega a otro descendiente, este ya del siglo XIV, que participó
en el sitio de Algeciras con Alfonso XI.
En dicho siglo se
extinguió la línea masculina de la familia y heredó doña Teresa Téllez-Girón.
Luego siguieron el marqués de Villena, valido de Enrique IV, y uno de nombre
Pedro que destacó en la lucha contra los musulmanes en Andalucía ostentando,
entre otros señoríos, el de la villa de Osuna que había permutado con la Orden
de Calatrava, de la que formaba parte, por las de Belmez y Fuenteovejuna. Fue
dueño también de las villas de Gumiel de Izán, Santibáñez[ii],
Ureña[iii]
(debe de tratarse de Urueña), Peñafiel, Briones[iv],
Frechilla[v],
Villafrechós[vi],
Ortegícar[vii],
Villamayor, Morón, Arahal, Gelves, Olvera y Archidona, más la fortaleza de
Cazalla.
Un descendiente
recibiría el título ducal de Osuna de Felipe II y otro de ellos, Juan, fundó la
iglesia mayor de Osuna, la Universidad de la misma población y dieciséis
conventos, además de numerosas obras pías. Otro fue virrey de Sicilia y Nápoles
(el protector de Quevedo) aunque terminó sus días en la cárcel acusado de
dilapidar el tesoro real y tratar con los turcos. Otro, ya en el siglo XVIII,
representó al rey Felipe V en los tratados de Utrecht.
Luego esta familia
entroncó con los condes de Benavente y, en el siglo XIX, aparece Pedro de
Alcántara Téllez-Girón, aficionado a las letras y las artes, esgrimidor y
jinete pero, sobre todo, hombre muy rico. Al parecer estuvo enamorado de una
mujer casada, también noble y prima suya, lo que pudo haber acelerado la hora de su muerte a
los treinta y cuatro años.
Todo lo contrario, el
segundón Mariano del que hemos comenzado hablando, sufrió la orfandad cuando
joven y quedó bajo la rígida tutela de su abuela paterna. Ingresó a los
diecinueve años en la carrera de las armas (1833) y pronto fue destinado en el norte de España al servicio de la futura reina Isabel, siendo ayudante de don
Luis Fernández de Córdova[viii].
Don Mariano luchó en Murguía, el valle de Lodosa, Guevara, Arlabán, Adana, San
Adrián, Zubiri y otras plazas. Luego de una tregua volvió al norte a las
órdenes de Espartero participando en Zornoza, Durango, Elorrio e Irún.
Su vida duró sesenta y ocho años, para la época no poco, desarrollando muchas labores siempre al
servicio de la monarquía y del Estado. Se retiró a un castillo en Beauraing (sur de Bélgica) pareciendo la causa principal el tener en España empeñado casi
todo su patrimonio, aunque don Mariano no quiso ver la realidad –según A.
Sánchez-González- pretendiendo que su “honor” quedase a salvo de apoderados y
acreedores.
(*) investigart.com/2018/10/02/cronica-de-una-muerte-anunciada-el-palacio-de-los-duques-de-osuna-en-aranjuez/
[i] “Mariano Osuna, entre la realidad y la leyenda”.
[ii] Gumiel y Santibáñez al sur de la actual provincia de Burgos.
[iii] Al oeste de la actual provincia de Valladolid.
[iv] Noroeste de La Rioja.
[v] Suroeste de la actual provincia de Palencia.
[vi] Noroeste de la actual provincia de Valladolid.
[vii] En el interior de la provincia de Málaga.
[viii] Nacido en San Fernando en 1798, murió en Lisboa en 1840 habiendo ejercido también como diplomático. Absolutista a machamartillo huyó a Francia durante el trienio liberal pero cuando murió Fernando VII se unió a las tropas isabelinas.
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