Hoy se sabe que cuando
el mariscal Soult se instaló en Sevilla durante la ocupación napoleónica de
España, no solo tuvo interés en las obras de arte que encontró en los conventos
de la ciudad, sino en la posibilidad de hacerse inmensamente rico. El mariscal
atacó principalmente las obras de Bartolomé Esteban Murillo, que ya se
encontraba valorado en casi toda Europa y, en particular, en las cortes más
ambiciosas.
Cuando en 1852 los
herederos de Soult se hicieron con los cuadros robados en España, los pusieron
a la venta, y esta es la razón de que ahora muchos de ellos se encuentren
dispersos por varias partes del mundo. Es el caso de “Una niña y su dueña”,
obra de 1670, en la que Murillo muestra a dos mujeres asomadas a una ventana
(se encuentra en la Galería Nacional de Arte de Washington). “La Adoración de
los Magos” fue a parar al Toledo Museum
of Art (Ohio), y “Regreso del hijo pródigo”, un óleo sobre tela de 236 por
262 cm. se encuentra en la National
Gallery of Art de Washington.
A San Petersburgo fue a
parar la “Adoración de los pastores”, un óleo sobre lienzo de 197 por 147 cm. En
la Wallace Colection de Londres se
encuentra otro cuadro con el mismo título pero más monumental: 147 por 218 cm.;
e igualmente “Casamiento de la Virgen”. En la National Gallery está el autorretrato de Murillo, una obra de
extraordinario interés pictórico e histórico.
La “Cocina de los
Ángeles” se encuentra el el Museo del Louvre (París), así como el “Nacimiento
de la Virgen”. Ahora se encuentran en El Hermitage de San Petersburgo “Horneado
de tortas planas”, una deliciosa obra donde tres mujeres, en un ambiente
obscuro, cocinan las tortas; en el mismo museo se encuentra “Niño con un perro”
(óleo sobre tela de 70 por 60 cm.), y también la “Inmaculada Concepción” de
mediados del siglo XVII.
En Alemania se
encuentran varias obras de Murillo: “Bautismo de Cristo”, una monumental obra
de 233 por 160 cm., que se encuentra en el Staatliche
Museen de Berlín; y “Niños comiendo uvas y melón”, una de las más valoradas
pinturas de género del barroco, en la Alte
Pinakithek de Múnich. En Kassel (Staatliche
Museen) se encuentra “José y la esposa de Putifar”; y en Dresde, “Virgen
con el Niño” (Gemäldegalerie). En
Colonia (Wallraf-Richartz-Museum) se
encuentra “Vieja y muchacho” (ver arriba). En manos de colecciones privadas están “Ecce Homo”,
otra versión de “José y la esposa de Putifar” y “Mater dolorosa”.
En Budapest está “Huída
a Egipto” y la “Sagrada Familia con San Juan niño” (Szépmûvészeti Múzeum). En el mismo museo se encuentra “María y el
Niño con los ángeles tocando música”. En Williamstown, ciudad de Massachusetts,
se encuenta la “Visión de Fray Julián de Alcalá”, y en Baltimore (Walters Art Museum) una “Inmaculada
Concepción”. “San Francisco de Asís en oración” se encuentra en Amberes (O.L. Vrouwekathedaal).
No fue poco el
expolio, sobre todo si tenemos en cuenta que aquí no están todas las obras de
Murillo robadas por Soult, ni hacemos mención a obras de arte de otros autores,
españoles o extranjeros, que se encontraban en España, así como objetos
decorativos.
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