miércoles, 10 de mayo de 2023

Volver al románico

 

En una conferencia pronunciada por el profesor Isidro Bango Torviso el 1 de diciembre de 2022, hizo un repaso de la necesaria vuelta al románico y a la Edad Media después de largos siglos de oscurantismo sobre ella. En efecto, los hombres del Renacimiento valoraron tanto la antigüedad clásica y su propia época que tuvieron a los siglos medievales como algo oscuro y pobre, sin valorar las grandes aportaciones de aquel tiempo.

De igual manera se deformó la historia en beneficio de los siglos del Renacimiento, y habrá que esperar a principios del siglo XIX para que se vuelva a revalorizar el medievo y sus manifestaciones artísticas. Caspar D. Friedrich, que vivió entre 1774 y 1840, aportó su pintura para hacer ver, desde una perspectiva romántica, los valores de la Edad Media: así el monje que pasea por la orilla del mar (ilustración) o las ruinas de monasterios, evocan una época que se estimará de nuevo desde entonces.

Y pronto aparecieron quienes vieron en el arte románico medieval el resultado de viejas fórmulas de la arquitectura romana clásica. El filólogo Charles de Gerville[i], arqueólogo e historiador entre otras aptitudes, empleó por primera vez el término románico para referirse a lo que hoy conocemos por tal arte, y poco después se empezaría a hablar de arte románico primitivo, románico pleno, románico de transición y gótico.

En España serán Jenaro Pérez de Villaamil y Patricio de la Escosura[ii] quienes emprendan una importante obra, no obstante los errores disculpables para su época. Se trata de “España artística y monumental”; los dos están en los ambientes románticos de la época, Villaamil como pintor y Escosura como periodista y crítico, el primero viajó por Europa y estuvo en Madrid, siendo muy singulares sus representaciones de templos medievales. Su obra historiográfica se editó en 1842, siendo los autores de las estampas Pérez de Villamil y otros.

A medida que avanzó el tiempo cobraron importancia el estudio de la catedral de Jaca y el panteón de la basílica de San Isidoro de León, obras representativas del siglo XI, de la misma forma que se estudiaron los monasterios benedictinos, más particularmente cistercienses, representativos del siglo XII. Así se llegó a la composición de “Monumentos arquitectónicos de España”, obra de entre 1852 y 1881, que cuenta con muchas imágenes a las que la crítica ha visto errores, pero volvemos a insistir que los medios técnicos de la época eran muy precarios. Cuenta con monumentos de las tres culturas en España: pagana, musulmana y cristiana.

En la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando se formó José María Avrial Flores[iii], pintor que luego sería miembro de la misma. El “Semanario Pintoresco Español”[iv] fue una revista en la que colaboró y donde se mostraban edificios y obras de arte en España. A comienzos del siglo XX destacan dos personajes de primer orden: Vicente Lampérez y Romea y Josep Puig i Cadafalch[v], arquitectos que aportaron las más importantes obras de la arquitectura medieval española. Se debe a Lampérez su “”Historia de la arquitectura cristiana española” y a Cadafalch “La arquitectura románica en Cataluña”, pero al mismo tiempo nacieron las escuelas geográficas del románico español. Se debe a Lampérez y a Cadafalch[vi] la clasificación de prerrománico o protorrománico (cuyo ejemplo más notable es Santa María de Ripoll), románico francés y románico de transición al ojival.

El norteamericano A. K. Porter (1883-1933) llevó a cabo una monumental obra en su “El románico en los caminos de peregrinación”, si bien dicho arte no está relacionado con el camino de Santiago en lo fundamental, y posteriormente hizo su tesis doctoral sobre la catedral románica de Santiago de Compostela Kenneth Conant, cuya obra no parece haber sido superada hasta ahora.

Manuel Gómez-Moreno, que a juicio de Bango Torviso ha sido un gran teórico sobre el arte medieval, sin embargo fue “un saqueador” en cuanto a la conservación del patrimonio monumental de España. Su obra “El arte románico español” es de gran importancia, además de haber contribuido a la elaboración de los catálogos monumentales y artísticos de España, de muy irregulares resultados dependiendo de las provincias. Dos de estas que Bango Torviso considera privilegiadas son Zamora y León, correspondiendo a Gómez-Moreno el estudio de la primera y a Gratiniano Nieto la segunda.

La monumental obra “Ars Hispaniae” tiene dos tomos dedicados al arte románico, siendo el principal teórico y crítico Gaya Nuño, que es además autor de una importante obra: “El románico en la provincia de Soria”. Joaquín Yarza nos ha dejado una obra de gran interés: “Arte y Arquitectura en España, 500-1200”, donde se puede ver el rigor que no existía en obras anteriores, como es el caso de Miguel Ángel García Guinea con “El arte románico en Palencia”, además de haber animado los seminarios sobre medievalismo durante varios años en el monasterio de Santa María la Real de Aguilar de Campoo.


[i] Charles-Alexis-Duhérissier de Gerville, 1769-1853.

[ii] Villaamil nació en Ferrol en 1807 y murió en Madrid en 1854, y Escosura nació y murió en Madrid (1807-1878).

[iii] 1807-1891.

[iv] Uno de sus colaboradores, Ramón de Mesonero Romanos.

[v] El primero nació y falleció en Madrid (1861-1923)  y el segundo nació en Mataró en 1867 y falleció en Barcelona en 1956.

[vi] Otra obra suya fundamental es “La geografía y los orígenes del primer románico”.

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