Hay una viva controversia sobre si los
musulmanes del norte de África, a principios del siglo VIII, emplearon la flota
de Ifriqiya para invadir la península Ibérica. Julia Montenegro y Arcadio del
Castillo defienden en un trabajo publicado en 2012 que fue otra flota,
construida a propósito para la invasión, la que participó en la misma. Dicen
también que la invasión del reino visigodo fue consecuencia de la expansión en
la que estaba inmerso el islam. Algunas fuentes, sin embargo, hablan de que
Abbas Ibn Uyayl entró en al-Andalus como conquistador, “y vino desde allí en
barcos a Ifriqiya”. ¿Cabe suponer que esos barcos son los que hicieron el viaje
de ida?
Lo que sí parece estar claro es que la flota de
Ifriqiya se empleó en una expedición contra la isla de Sicilia a finales de 705
de la era cristiana, llegando a la ciudad de Siracusa. Una fuente señala que
Muza, en ese momento valí de Ifriqiya, envió a Mudrik para que cobrase tributos
a las tribus bereberes y que después le encargó los barcos africanos a Ajyal,
el cual navegó a Sicilia y conquistó Siracusa. Los autores citados[1]
hablan de que la flota de Ifriqiya también se empleó en una expedición marítima
a Cerdeña que tuvo lugar entre octubre de 710 y octubre de 711, justo cuando se
produjo la invasión del reino visigodo, luego no pudo ser mediante la flota de
Ifriqiya. Tampoco admiten los autores citados la hipótesis de Abert Gateau de
que la flota que llegó al reino visigodo fue enviada desde Cerdeña.
Los barcos para invadir la península Ibérica,
según muchas fuentes musulmanas, fueron puestos a disposición de los invasores
por Julián, el traidor del rey Rodrigo y apoyo para los witizanos en el
contexto de las luchas internas del reino visigodo. También considera esto así
Ximénez de Rada, si bien este autor escribe en el siglo XIII, lógicamente
conociendo fuentes anteriores. Unas fuentes hablan de que Julián pasó a la
península desde el norte de África al mismo tiempo que Tariq, el cual habría
mandado construir los barcos, que además tenía barcos de Tánger, pero que quiso
navegar desde Ceuta.
Otra cosa es si la flota de Ifriqiya fue
utilizada para el traslado de Muza, el cual estaba intentando neutralizar las
amenazas bizantinas en la zona. Ordenó vigilar a los bizantinos de Sicilia y
Cerdeña entonces. Muza parece haber salido de la península para regresar a
Ifriqiya llevándose el botín “con el que Dios le había gratificado,
transportando en barcos todos los ricos despojos que formaban el oro, la plata
y las pedrerías hasta Tánger, y después fueron cargados en carros”. Muza había
llegado a la península a mediados de 712 y permaneció aquí dos años.
En cuanto a la elección de Rodrigo como rey
visigodo, dicen los autores que no pudo ser casual, pues tenía amplia
experiencia militar y ya se sabía en la corte toledana sobre las pretensiones
expansionistas de los musulmanes del norte de África. El conde con Julián se
produjo en 709 y en ese momento ya sabían los norteafricanos que era factible
una victoria sobre Rodrigo. Supieron también que contarían con ayuda interna,
los witizanos y esto explica el rápido triunfo. No pude ser casual –dicen
Montenegro y del Castillo- que cuando se produjo el desembarco de Tariq el rey
visigodo se encontrase en la zona norte de la península, por lo que contó con
información precisa de los traidores. Para García Moreno, Julián sería un
comandante bizantino de Ceuta, quien se había puesto al servicio de Witiza para
ostentar el condado de Julia Traducta (Algeciras). Esto último no es admitido
por los autores a quienes sigo aquí, pues lo que hoy conocemos como Algeciras
era conocido entonces como “La
Isla” y “La
Verde”, y esos nombres eran aplicados a varios puntos en el
litoral de África y España.
De todas formas la invasión no estuvo
programada y fue producto de una oportunidad que se vio en un determinado
momento. Incluso hubo reticencias por parte de algunas autoridades musulmanas
(al-Walid) para que se produjera, e incluso en 719 se planteó la evacuación de
los musulmanes de la península, a los que se consideraba demasiado aislados del
resto.
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