miércoles, 10 de agosto de 2016

Gallegos Rocafull contra el cardenal Gomá

Fotografia del Heraldo de Madrid
Nacido en 1895 en Cádiz, tras la muerte de su padre, José Manuel Gallegos Rocafull marchó con su madre a Marchena, donde pudo comprobar las condiciones en que vivían los campesinos. Estudió en Sevilla y, en 1911, ingresó en el seminario de dicha ciudad para el sacerdocio, aunque ese mismo año se trasladaría al de Madrid para empezar su presbiterado en 1918. En 1920 era Licenciado en Teología por Toledo y más tarde doctor en Sevilla. En ese mismo año obtuvo por oposición una canonjía en la catedral de Córdoba.

Su labor se centró en labores sociales dentro de la política seguida por la Iglesia desde el pontificado de León XIII, participando en la construcción de casas baratas para obreros. En 1931 concurrió en la candidatura de Acción Nacional, pero sin obtener escaño. Ante la guerra, junto con otros colaboradores, publicó el folleto titulado “Palabras cristianas”, de tono muy diferente a los de la jerarquía católica (1). Después, el ministro Álvarez el Vayo le pidió, junto al sacerdote Leocadio Lobo, que asistieran en Bruselas a un congreso de católicos antifascistas. El cardenal Gomá, entones, le desautorizó porque “está haciendo una labor deplorabilísima contra el Movimiento y contra España”. En 1937 Gallegos estaba en París y allí recibió la noticia de que le eran retiradas las licencias ministeriales y fue suspendido “a divinis”, mientras Gomá denunciaba “la campaña contra Franco de algunos católicos”. Desde Francia, Gallegos optó por colaborar con el gobierno republicano, pero sobre todo será protagonista de una respuesta contundente a la carta colectiva del episcopado español, en 1937, en apoyo del general Franco. Gallegos encontró apoyo en personalidades como Vidal i Barraquer, Maritain, Marcel Bataillon y colaboró con un comité para la paz creado por otro católico, Alfredo Mendizábal.

En 1950 salió para México, donde se le permitió ejercer el sacerdocio y donde editará unas “Obras Completas” de Juan de la Cruz. También publicó “El pensamiento mexicano en los siglos XVI y XVII, muriendo en 1963 cuando se encontraba en la Universidad de Guadalajara dando una conferencia.

En 1937, como réplica a la carta carta de los obispos, Gallegos decía: “¿Es que no se han enterado de las matanzas de Badajoz y Málaga, de los fusilamientos de Sevilla y Valladolid, de la destrucción de Durango y Guernica?” Para continuar: “¿Es que pueden en conciencia afirmar que no ha habido millares y millares de fusilamientos sin proceso de ninguna clase?... ¿No les dice nada el pánico con que la población civil huye de los pueblos antes de que lleguen los moros y los legionarios?”. En 1958, refiriéndose al andaluz que conoció y con el que se solidarizó, escribió: “Vive como va a los toros, no a divertirse, como el desgraciado del cuento, sino a concentrarse en su lucha”.


(1)  José Luis Casas Sánchez, “Un canónigo andaluz frente al cardenal Gomá”. 

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