Al noroeste de Tineo
se encuentra Bárzana del Monasterio, cuyo nombre deriva del que hay en la
población. El relieve es verde con prados y bosques alternantes, pero no tan
montuoso como más al sur y por el valle discurre en río Bárzana.
Hay varios estudios
sobre este monasterio, fundado en el siglo X por la familia Vela como algo de
su propiedad, pero ahora han aportado nuevos datos Francisco J. Fernández Conde
y María J. Suárez Álvarez[1].
El monasterio de Bárzana tuvo señorío sobre territorios y jurisdiccional,
detrayendo las rentas del campesinado sometido en competencia con otros señores
laicos y eclesiásticos de esa tierra. Cerca está el monasterio de Obona,
fundado por la misma época, y también el de Corias, en el alto Narcea, tenía
intereses en las tierras que señoreaba Bárzana.
La nobleza laica
–dicen los autores a los que sigo- ejercía como tenente del rey, poseyendo este también varias mandationes o distritos realengos. Las fuentes hablan de “hombres
del rey”, “hombres de Bárzana” y “hombres de otros señores” desde el siglo XI.
El núcleo básico del monasterio de Bárzana se constituyó en el siglo anterior
con una serie de donaciones para constituir un monasterio “familiar”: siete
villas completas (que los autores identifican con aldeas) cuatro villas solo en
parte y doce brañas*, a lo que hay que añadir otras adquisiciones como
heredades, yuguerías, parte de un molino y una iglesia. La familia fundadora
del monasterio, proveniente de tierras leonesas en pleno proceso de dominio de espacios sociales, lo vincularon a que sus miembros fuesen enterrados en él.
La existencia de
brañas pone de manifiesto la importancia ganadera de las posesiones monacales,
pero los autores consideran que más que una ganadería trashumante, donde
ganados y pastores se desplazaban a las montañas en los meses del verano, se
trata de emplazamientos de altura, pueblos altos sin migraciones estacionales.
En el siglo XI las villas completas del monasterio eran cinco, dos villas solo
en parte, una heredad, dos heredades solo en parte, diez brañas completas,
cuatro solo en parte y tres distritos de poder señorial compartido, además de
otras adquisiciones durante dicho siglo.
El monasterio vio
crecer la explotación pecuaria y recibió del rey Alfonso V privilegio de inmunidad,
aunque el documento que ha sido estudiado ofrece dudas a los autores sobre su
autenticidad, y como ha ocurrido en otros casos, algún monje lo habría
falsificado con posterioridad**. En el siglo XII el monasterio cuenta con una
villa completa, dos villas solo en parte, nueve heredades y una yuguería,
además de otras adquisiciones.
El territorio estuvo
sometido a las presiones de una nobleza numerosa, de forma que en el siglo
XII, todas las aldeas del valle de Bárzana estaban ya bajo dominio señorial de algún
notable o del rey, mientras el monasterio mostraba interés por contar con
iglesias (sus rentas) en el momento en que se configura la red parroquial que
los siglos venideros heredaron. En dicha centuria habría culminado también la
imposición del diezmo. En el siglo XIII las posesiones del monasterio de
Bárzana son dos villas solo en parte, tres heredades, dos heredades solo en
parte, una yuguería y veinte lugares con hombres dependientes.
En 1204 el rey
Alfonso IX visitó el monasterio e hizo una partición de hombres conmixti entre Bárcena, el rey y otros
monasterios. En los siglos XIV y XV las propiedades del monasterio son: dos
heredades, una heredad en parte, una yuguería, un préstamo[2],
un préstamo en parte, cuatro molinos y un lugar con hombres dependientes. El censo de los
arrendamientos y foros se pagaba en dinero, en especie, en dinero más especie,
fundamentalmente escanda, aunque también en otros cereales y una pequeña parte
en nueces.
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