Cañada soriana
Allí donde nace el río
Tiétar, en Venta del Cojo, llegaban los rebaños de la Mesta cada año, uno de
los Puertos Reales por donde pasaban, en 1477, el 75% de las ovejas
trashumantes. El lugar se encuentra en el actual municipio de Rozas del Puerto Real, en el extremo
suroccidental de la provincia de Madrid, a donde llegan las estribaciones del Sistema
Central.
Los rebaños provenían
de la actual provincia de León para entrar luego en las de Palencia,
Valladolid, Segovia y Ávila, siguiendo por las de Toledo, Cáceres y
Badajoz. En los campos extremeños pastaban los rebaños en invierno con todo su
aparato de normas, personal, pleitos, privilegios y disposiciones.
Otro de los Puertos
Reales era Villaharta, en la actual provincia de Córdoba y en plena Sierra
Morena, donde predominan las encinas. Procedían los rebaños de La Rioja pasando
por las actuales provincias de Soria, Guadalajara, Madrid, Toledo, Ciudad Real
y llegar a Andalucía.
Torre de San Esteban
Hambrán está al norte de la actual provincia de Toledo, otro Puerto Real de la
Mesta donde confluyen varios arroyos (Camarcena, de la Cañada, de Montrueque)
que van a dar a otros para desaguar en el río Alberche. Y otros Puertos Reales
estaban en Rama Castañas (al sur de la provincia de Ávila), La Puebla de
Montalbán (en el centro de la provincia de Toledo), Abadía (al norte de la
provincia de Cáceres) y Socuéllamos (al
noreste de la actual provincia de Ciudad Real).
A mediados del siglo
XVIII la mayor parte de las ovejas mesteñas eran de ganaderos de Madrid y de
comunidades eclesiásticas, probablemente porque la mayor parte de los “cosecheros”
de lana se encontraban ya en la capital de España, según Pedro de Calatayud[i].
Los Puertos Reales eran
los lugares establecidos donde los mesteños debían pagar los impuestos por el
uso de los caminos y el aprovechamiento de los pastos. Cuando Julius Klein
estudió la Mesta se basó en una fuente que aporta datos sobre un juicio que
tuvo lugar en 1561 a causa de los peajes pagados por los mesteños en tierras del
Campo de Calatrava, pero también pudo ver que, en esa fecha, la Mesta había
alcanzado un desarrollo extraordinario, y aún no había llegado al máximo.
En la montaña leonesa
se encuentra Rabanal de Luna, donde pastaban las ovejas durante el verano, y hacia el sudeste se encuentra el monasterio de Gradefes, a donde se dirigían los rebaños. Luego los caminos de trashumantes se adentraban en Tierra de
Campos para seguir hacia el sur con varias ramificaciones.
Alcanzando el valle de
Amblés, en el centro de la provincia de Ávila, las ovejas se desplazaban hasta
atravesar el río Adaja, pero antes habían pasado por alturas que superaban los
1.400 metros sobre el nivel del mar en el cerro de Gorría, para descender hasta
Mengamuñoz y luego volver a subir hasta el puerto de Menga.
Ramón Carande ha señalado
respecto de la Mesta que lo que pudo haber sido una “democracia” de pastores
degeneró en una oligarquía de grandes ganaderos. En efecto, a principios del
siglo XVI adquieren importancia los pastores riberiegos[ii]
que acapararon los pastos en perjuicio de los “hermanos serranos”, verdaderos
fundadores de la Mesta. La última evolución de la trashumancia fue el pastoreo trasterminante o travesío, en el que los rebaños salen de sus suelos a otras
jurisdicciones pero sin desplazamientos largos, para evitar los Puertos Reales
y así el pago de impuestos, servicio y montazgo[iii].
En la segunda mitad del
siglo XVIII estaban asociados a la Mesta más de 46.000 ganaderos, de los que no
llegaban al 18% los considerados trashumantes, mientras que el 82% eran
estantes. La mayor parte de los primeros pertenecía a los partidos de Soria y
Segovia, seguidos de lejos por los de León y Cuenca. En la misma época citada
unos 2,4 millones de cabezas emigraban estacionalmente, estando el 34% en manos
de 78 “ganaderos gruesos”[iv].
Venta del Cojo y Torre
de Esteban Hambrán dominaban, respectivamente, las rutas del alto y del bajo
Alberche; Socuéllamos era el punto de convergencia de las rutas que procedían
de las tierras altas de Cuenca; Montalbán era el cruce principal del Tajo; Rama
Castañas era la salida de la sierra de Gredos (en dirección sur) por el puerto
del Pico. Otros ocho puntos secundarios eran Puerto de Pedrosín, Malpartida,
Albalá, Berrocalejo[v],
Candeleda[vi],
Puente del Arzobispo[vii],
Alcázar de San Juan[viii]
y Chinchilla[ix].
En el siglo XVIII,
según el marqués de Saltillo[x],
el conde de Fuerteventura poseía casi 16.000 cabezas lanares y 568 cabras, algo
parecido a otro ganadero que poseía 15.699 ovejas. El conde de Gómara más de
14.400 ovejas y 484 cabras. El marqués de Zafra poseía 7.761 ovejas y 467
cabras, pero era superado por otro ganadero sin título nobiliario que poseía
12.790 ovejas; esto solo referido a los partidos de Soria, existiendo
otros con propiedades menores de ganado.
[i] “Tratados y doctrinas prácticas sobre ventas y compras de lanas merinas”, Toledo, 1761. El autor nació en Tafalla en 1689 y murió en Bolonia en 1773, a donde tuvo que marcharse cuando la expulsión de los jesuitas.
[ii] Los no trashumantes.
[iii] Desde mediados del siglo XIV se estableció que los trashumantes pagasen el “servicio de ganados”, impuesto extraordinario que autorizaron las Cortes pero que luego se convirtió en ordinario
[iv] Ministerio de Agricultura: file:///C:/Users/Usuario/Downloads/9016_10.pdf
[v] En la actual provincia de Cáceres: al sur Malpartida y Albalá, y al este Berrocalejo.
[vi] Al sur de la actual provincia de Ávila.
[vii] Al oeste de la actual provincia de Toledo.
[viii] Noreste de la actual provincia de Ciudad Real.
[ix] Chinchilla de Montearagón está en el interior de la provincia de Albacete.
[x] “Ganaderos sorianos del siglo XVIII”, Celtiberia, número 2, 1951
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