A mediados
de 1888, el obispo Sancha había llegado, en la visita pastoral, a las últimas
parroquias de la diócesis de Madrid, en el límite de las dos Castillas. Era una
zona montañosa, donde los templos estaban en muy mal estado y necesitaban una
reparación urgente. Para esto era imprescindible que el Gobierno incluyese en
sus presupuestos una partida destinada a la reparación de templos en toda
España.
En la mayoría de las
parroquias que había visitado no se había hecho la visita pastoral desde 1828;
en otras, era la primera vez que veían al obispo. Esto había provocado la
pérdida de memorias de misas, aniversarios y fundaciones pías. Había sacerdotes
encargados de tres y cuatro parroquias, por la que una de las intenciones del
obispo fue poner al menos un ecónomo en cada una de ellas.
En junio de 1889 el
obispo comenzó unas visitas a las parroquias del joven obispado de Madrid,
creado a partir del Concordato de 1851. La primera fue Canillejas, hoy un
barrio del este de Madrid, pero que entonces estaba separada de la trama
urbana. Luego siguió a Alameda y Barajas, aquella uno de los barrios del actual
distrito de esta y, desde aquí, siguió a Paracuellos, al este de la capital, y
Ajalvir, muy cerca de la anterior.
Pocos días después, a
caballo y en medio de una intensa lluvia, visitó Daganzo, Cobeña, Algete y
Fuente el Sanz. Luego siguió a Valdeolmos, Zarzuela del Monte[i] y
Ribatejada; al día siguiente visitó Valdeavero, Fresno de Torote y Camarma de
Esteruelas, continuando luego hasta Meco y Santos de la Hunosa[ii].
Ya en julio llegó a los pueblos limítrofes con la provincia de Guadalajara,
donde no tenían noticia de la visita de un obispo desde 1828. Por último
Alcalá de Henares y llegó a la conclusión de que la situación de la diócesis
era lamentable. Muchos templos destruidos, faltaban casas rectorales, los
sacerdotes no vivían en el pueblo que tenían encomendado y, sobre todo, había
una gran escasez de clero.
La situación descrita
dice muy poco de los predecesores en el arzobispado de Toledo, al que
pertenecía la provincia de Madrid hasta la segunda mitad del siglo XIX:
González Vallejo, Bonel y Orbe, Alameda y Brea, Moreno y Maisonave, éste último
opuesto a que se crease el obispado de Madrid segregado del arzobispado de
Toledo.
Se propone el obispo
Sancha la construcción de un Seminario para la formación sacerdotal, después de
los fracasados intentos de Martínez Izquierdo, pero para ello también ha de contarse
con el Gobierno. Alonso Martínez, que desde 1881 era ministro de Gracia y
Justicia con Sagasta como Presidente, propuso al obispo de Madrid el convento
de las Comendadoras de Santiago[iii],
en lo que hubo acuerdo, pero el proyecto fracasó.
A finales de 1890 el
obispo de Madrid había vuelto a comprobar la existencia de pueblos sin iglesia,
templos que amenazaban ruina, parroquias sin párroco, y de nuevo se pensó en la
necesidad del Seminario. La duquesa de Pastrana, entonces, donó un terreno
cerca de la calle Diego de León para la construcción del Seminario destinado a
los cursos de latín y humanidades, creyendo el obispo que era lugar ideal,
contrariamente a lo que opinó el marqués de Cubas[iv],
arquitecto diocesano y encargado de realizar el proyecto, pues consideró que el
lugar era inhóspito y carecía de los saneamientos necesarios para que llegase
al todo el edificio el agua potable.
Al mismo tiempo se
adquirió un terreno entre las calles de Zurbano, Genner, Chamartín y paseo del
Cisne. Se colocó la primera piedra en 1891, con gran pompa y asistencia de la
Regente, varios ministros y grandes de España, además del cabildo y clero
parroquial, pero no se siguieron poniendo muchas más piedras[v],
quedando el proyecto en manos del sucesor de Sancha, José María Cos y Macho,
que consiguió mediante intercambios y arreglos con el Gobierno, la compra del
solar del antiguo palacio de los duques de Osuna[vi],
donde se edificó el Seminario, que no se inauguraría hasta 1906.
La Iglesia siempre ha sido muy celosa de lo que llama “sus derechos”, pero lo cierto es que ha recurrido con mucha frecuencia a la ayuda de la sociedad y de los gobiernos para dar solución a problemas exclusivamente eclesiales, como queda de manifiesto en éste pequeño resumen.
[i] Al suroeste de la provincia de Segovia. No parece que visitase esta localidad estando tan alejada de las restantes.
[ii] Todas estas localidades están al este de la provincia de Madrid.
[iii] Fundado a finales del siglo XVI, tuvo una vida tortuosa donde no faltaron las supersticiones. La iglesia es de finales del siglo XVII, en una calle perpendicular a la de San Bernardo.
[iv] Arquitecto que hizo, en un primer momento, los planos para la catedral de la Almudena, aunque luego se modificaron. Fue, entre otros cargos públicos, alcalde de Madrid.
[v] Según Andrés Martínez Esteban en su obra “El Cardenal Sancha en la encrucijada de la Iglesia española”, obra que sirve de base para éste resumen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario