martes, 12 de septiembre de 2017

Las cuevas de Vanguard y Gorham

Cueva de Vanguard (Gibraltar)


“Hace 70.000 años, un pequeño grupo humano, dos o tres individuos, pescó unos cuantos mejillones, se acercó a un abrigo rocoso, encendió un fuego y, mientas se comía los moluscos, se dedicó a tallar piedras. Las huellas de aquella escena quedaron fosilizadas y esto ha permitido su reconstrucción a los científicos que trabajan en dos yacimientos arqueológicos del peñón de Gibraltar, las cuevas de Vanguard y Gorham”.

Así comienza “Terrae Antiquae” el relato de los trabajos que se están llevando a cabo quizá en una de las zonas donde los neandertales vivieron más tardíamente, junto al yacimiento de El Sidrón en Asturias. Los neandertales tenían la capacidad del lenguaje y llegaron a dejarnos algunos dibujos geométricos. Las cuevas de las que hablamos están ahora a la orilla del mar, en la vertiente oriental del Peñón, pero hace miles de años esas cuevas se encontraban unos cuatro kilómetros tierra adentro, con un paisaje similar al de la actual Doñana y un excepcional clima cálido, dice Caso de los Cobos.

Las cuevas han sido declaradas en 2016 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, aunque solo disponemos de un indicio humano, un diente de leche de un ejemplar de cuatro o cinco años de hace unos 50.000 años. Como es sabido, el nombre “neandertal” viene del valle de Neander, en Alemania, donde se descubrieron algunos de los primeros restos. Se trata de una especie humana que vivió en Europa, desde el extremo sur del Mediterráneo hasta Siberia y en algunas zonas de Oriente Próximo. Los científicos creen que evolucionó desde una especie anterior de homínidos hace unos 275.000 años. Su desaparición, hace unos 40.000 años (algunos señalan que menos) coincide con la llegada a Europa, desde África, de los “sapiens”, la especie a la que pertenecemos nosotros.

Los científicos están de acuerdo en que se trata de una especie que habitó Europa durante un período de unos 200.000 años como mínimo. Antonio Rosas[1] señala que “en la extinción de las especies nunca hay una sola causa, aunque casi siempre existe una por encima: la degradación del medio… En el caso de los neandertales se trata de un fenómeno multifactorial… En un período especialmente frío, los bosques desaparecen, algo que ocurrió durante el último máximo glacial. Es muy posible que ese deterioro climático y ecológico influyese en la extinción. El número de efectivos era muy bajo y muy variable. Además, llegaron poblaciones nuevas, con una tecnología distinta y un aparato cultural muy potente”.

La historia de los neandertales –continúa Terrae Antiquae”- ha despertado un interés inagotable porque habla de un mundo en el que los “sapiens” no éramos los únicos humanos. Hace 150.000 coincidían cuatro especies de homo: sapiens, neandertalensis, floresiensis y erectus, pero la única constancia es por la genética, pero casi nunca por la arqueología. Genéticamente, los neandertales son las criaturas más cercanas a nosotros; se trata de “otra humanidad”, señala Jean-Jacques Hublin[2]. Pero hay diferencias como especies distintas: primero, anatómicas, con la frente prominente de los neandertales, ancha nariz; su estructura ósea es más maciza, su cerebro era más grande… Dependían, como los “sapiens” de una cultura material para sobrevivir y hablaban (las múltiples actividades sociales que ha permitido deducir la arqueología, lleva a los paleontólogos a atribuirles suponer que necesitaban comunicarse mediante el habla).

Las cuevas de Vanguard y Gorham tienen una importancia extraordinaria para conocer a los neandertales, pues se han encontrado restos de carbón que indican hogueras, huesos de animales que pueden ayudar a la datación o determinar el tipo de alimentación (comían focas monje, mariscos, delfines, atunes o cabras), polen y plantas que permiten recomponer el paisaje. Las heces fosilizadas de hienas, muy frecuentes, suministran también información, pero faltan los huesos de homo, salvo el diente encontrado, lo que sí tenemos en El Sidrón (Asturias) y en la Sima de las Palomas (Murcia).

Se ha supuesto que hubo 30.000 neandertales en Europa (pero otros hablan de 100.000), pero quizá su dispersión y la escasez de recursos en determinados momentos les llevó a extinguirse… Nos queda mucho todavía por saber de estos homo.


[1] Director del Grupo de Paleoantropología del Museo Nacional de Ciencias Naturales.
[2] Director del Departamento de Evolución Humana del Instituto Max Planck.

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