domingo, 29 de octubre de 2017

Micénicos en el Mediterráneo oriental

Relaciones de los micénicos en el Mediterráneo oriental.


Es muy revelador el trabajo de Rosa-Araceli Santiago Álvarez[1] sobre los análisis de las tablillas micénicas, que muestran las relaciones comerciales, pero no solo, durante el segundo milenio a. C. entre los reinos micénicos, próximo oriente, Chipre y Egipto. Estas relaciones fueron tanto en la esfera pública –entre reinos- como privadamente, entre comerciantes y otros profesionales.

La primera dificultad que señala la autora es que la intención de los que escribieron en las tablillas con la escritura lineal B, fue meramente utilitaria, es decir, dejar constancia de las operaciones que interesaba registrar a los palacios. Uno de los aspectos más interesantes es la posibilidad de que la institución del xénos estuviera ya presente en estas informaciones, lo que en época homérica se generaliza y que se refiere a la hospitalidad que se tenía con extranjeros a los que se invitaba a banquetes, por lo que no solo revelan las fuentes relaciones comerciales, sino otras de tipo diplomático, costumbrista, etc.

Las tablillas con escritura lineal B están fechadas en los últimos siglos del II milenio y son los primeros testimonios escritos de la lengua griega que se nos han conservado. Estas tablillas permiten deducir que entre las “elites” del Mediterráneo oriental había contactos fluidos, intercambios culturales y movilidad de grupos de población entre los reinos micénicos y entre oros del oriente próximo. También es posible deducir que existía, en el mundo micénico, mecanismos de integración laboral y social de grupos extranjeros.

La escritura lineal B muestra la economía de los palacios, y en relación a la institución del xénos, a la que antes se hizo referencia, parece probado que existía arraigada la costumbre del “comensalismo” como forma de relación entre nativos y extranjeros, así como medio para llegar a acuerdos.

La arqueología ha demostrado que la causa principal del desarrollo micénico fue el comercio, que se extendió en un marco geográfico muy amplio, y que hizo se desarrollase una industria micénica de objetos artesanales y productos de alta calidad, importándose materias primas. Entre los productos comercializados estuvieron el lino, lanas y trigo, y la arqueología submarina ha aportado pecios encontrados en Gelidonia y Uluburum, ambas localidades en la costa turca. Se han encontrado lingotes de cobre y estaño, objetos preciosos, lingotes de vidrio azul y otros objetos cuya administración correspondía esencialmente a los palacios. En fuentes hititas aparece citado el reino micénico de Ahhiyawa, pero su localización no se ha conseguido por el momento. La que se ha llamado carta de Tawagalawa aporta datos sobre las relaciones (no siempre amistosas) entre micénicos e hititas, fechándose aquella en las décadas centrales del siglo XIII a. C., pero en otro documento de finales del siglo XIV se habla de dioses que habrían sido llevados a territorio hitita para sanar al rey Marsilis II.

Quizá las telas de cierta calidad y colores fueron ofrendas a personajes importantes de otros estados, pero también a las divinidades que favoreciesen el comercio, y así se demuestra en una tablilla, donde se relata el envío de faldellines desde Micenas a Tebas. Pilo, especialista en la producción de aceites perfumados, empleó abundantes jarras de estribo[2] para exportar aquel producto a un amplio espacio geográfico: Siria, Egipto, el Egeo y sur de Italia.

La isla de Creta, y particularmente Cnoso, puede haber sido el centro de estas relaciones comerciales por su estratégica situación al sur del mar Egeo. Una serie de personajes designados con el mismo nombre (Kýprios) citados en las tablillas permiten otras informaciones: el Kýprios de Pilo (en el suroeste del Peloponeso) recibe 30 kg. de lana y 10 unidades de textil a cambio de una partida de alumbre que él entrega al palacio. El mismo aparece en otras informaciones ocupando puestos de responsabilidad en la industria metalúrgica y la supervisión de ganado. Otro del mismo nombre se dedica a la industria del aceite perfumado en Cnoso, el cual, según la autora, podría haber sido el principal responsable del comercio de dicho producto con Chipre.




[1] “Contactos entre poblaciones en el mundo micénico”.
[2] Anchas en el centro, con base estrecha y las asas apoyadas en la boca y en los laterales.

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