Relaciones de los micénicos en el Mediterráneo oriental. |
Es muy revelador el trabajo de Rosa-Araceli
Santiago Álvarez[1] sobre los análisis de las
tablillas micénicas, que muestran las relaciones comerciales, pero no solo,
durante el segundo milenio a. C. entre los reinos micénicos, próximo oriente,
Chipre y Egipto. Estas relaciones fueron tanto en la esfera pública –entre
reinos- como privadamente, entre comerciantes y otros profesionales.
La primera dificultad que señala la autora es
que la intención de los que escribieron en las tablillas con la escritura lineal
B, fue meramente utilitaria, es decir, dejar constancia de las operaciones que
interesaba registrar a los palacios. Uno de los aspectos más interesantes es la
posibilidad de que la institución del xénos
estuviera ya presente en estas informaciones, lo que en época homérica se
generaliza y que se refiere a la hospitalidad que se tenía con extranjeros a
los que se invitaba a banquetes, por lo que no solo revelan las fuentes
relaciones comerciales, sino otras de tipo diplomático, costumbrista, etc.
Las tablillas con escritura lineal B están
fechadas en los últimos siglos del II milenio y son los primeros testimonios
escritos de la lengua griega que se nos han conservado. Estas tablillas
permiten deducir que entre las “elites” del Mediterráneo oriental había
contactos fluidos, intercambios culturales y movilidad de grupos de población
entre los reinos micénicos y entre oros del oriente próximo. También es posible
deducir que existía, en el mundo micénico, mecanismos de integración laboral y
social de grupos extranjeros.
La escritura lineal B muestra la economía de
los palacios, y en relación a la institución del xénos, a la que antes se hizo referencia, parece probado que
existía arraigada la costumbre del “comensalismo” como forma de relación entre
nativos y extranjeros, así como medio para llegar a acuerdos.
La arqueología ha demostrado que la causa
principal del desarrollo micénico fue el comercio, que se extendió en un marco
geográfico muy amplio, y que hizo se desarrollase una industria micénica de objetos
artesanales y productos de alta calidad, importándose materias primas. Entre
los productos comercializados estuvieron el lino, lanas y trigo, y la
arqueología submarina ha aportado pecios encontrados en Gelidonia y Uluburum,
ambas localidades en la costa turca. Se han encontrado lingotes de cobre y
estaño, objetos preciosos, lingotes de vidrio azul y otros objetos cuya
administración correspondía esencialmente a los palacios. En fuentes hititas
aparece citado el reino micénico de Ahhiyawa, pero su localización no se ha
conseguido por el momento. La que se ha llamado carta de Tawagalawa aporta
datos sobre las relaciones (no siempre amistosas) entre micénicos e hititas,
fechándose aquella en las décadas centrales del siglo XIII a. C., pero en otro
documento de finales del siglo XIV se habla de dioses que habrían sido llevados
a territorio hitita para sanar al rey Marsilis II.
Quizá las telas de cierta calidad y colores
fueron ofrendas a personajes importantes de otros estados, pero también a las
divinidades que favoreciesen el comercio, y así se demuestra en una tablilla,
donde se relata el envío de faldellines desde Micenas a Tebas. Pilo,
especialista en la producción de aceites perfumados, empleó abundantes jarras
de estribo[2]
para exportar aquel producto a un amplio espacio geográfico: Siria, Egipto, el
Egeo y sur de Italia.
La isla de Creta, y particularmente Cnoso,
puede haber sido el centro de estas relaciones comerciales por su estratégica
situación al sur del mar Egeo. Una serie de personajes designados con el mismo
nombre (Kýprios) citados en las tablillas permiten otras informaciones: el
Kýprios de Pilo (en el suroeste del Peloponeso) recibe 30 kg. de lana y 10 unidades
de textil a cambio de una partida de alumbre que él entrega al palacio. El mismo
aparece en otras informaciones ocupando puestos de responsabilidad en la
industria metalúrgica y la supervisión de ganado. Otro del mismo nombre se
dedica a la industria del aceite perfumado en Cnoso, el cual, según la autora,
podría haber sido el principal responsable del comercio de dicho producto con
Chipre.
(El mapa es de http://www.conec.es/arqueologia/el-pecio-de-uluburun-un-ejemplo-del-comercio-en-el-siglo-xiv-a-c/#lightbox/0/.
En el círculo, al suroeste de Anatolia, Uluburum).
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