Granada en el siglo XVI |
Puede parecer extraño
imaginar la existencia de negros, en la España del siglo XVI, ejerciendo como
catedráticos de universidad o juristas en la Chancillería de Granada, pero lo
cierto es que existieron, y este es el objeto de estudio de Magdalena Díaz basándose,
sobre todo, en una fuente, los libros escritos por Francisco Bermúdez de
Pedraza[i].
Uno de esos personajes
de raza negra fue Juan Latino, catedrático de la Universidad de Granada, que
vivió durante el siglo XVI como esclavo de un descendiente de Gonzálo Fernández
de Córdoba. Liberado de la esclavitud, ascendió socialmente como hicieron otros
africanos, pocos, en la España de la época. Latino nació en torno a 1516 en
Baena (Córdoba) o en Etiopía[ii],
teniendo luego la amistad del arzobispo de Granada, lo que le valió para entrar
como profesor en la Universidad de Granada, que no le impidió romper las
alabanzas hacia sus protectores, criticando incluso al rey Felipe II,
posiblemente por el comercio esclavista hacia tierras americanas.
Otro es el caso de la
bordadora Catalina de Soto, a la que Bermúdez de Pedraza califica de negra
“ilustre”, “Reyna de negras”, señalando que se paseaba por Granada “con dos
criadas blancas detrás della”. Los reyes habían protegido la producción textil
al ordenar en 1494 que no se importaran paños, salvo para ornamentar las
iglesias. Posiblemente –dice Magdalena Díaz- bordara para la Iglesia, pero lo
que sí es seguro es que lo hacía para las damas de la nobleza granadina.
De Catalina, Juan
Latino, Cristóbal Meneses y el licenciado Ortiz, dice Bermúdez de Pedraza que
eran la “honra de la nación Etiópica”. Meneses era hijo de un noble y una negra, y Elena de Céspedes había nacido en Alhama de Granada en 1545 (su origen era
morisco o negro), acusada y encarcelada bajo la sospecha de ser monfi[iii],
fue acompañante de la hija de su amo y, una vez liberada, se buscó la vida en
diferentes partes de Andalucía como soldado, pastor, calcetera, bordadora y
sastre, y después se examinó del título de cirujano en Madrid. Haciéndose pasar
por hombre se casó con una mujer, siendo condenada por la Inquisición a servir en
un hospital de enfermos.
El licenciado Ortiz fue
abogado de la Real Chancillería de Granada, y fray Cristóbal de Meneses sabemos
que perteneció a la orden dominica. De ellos y de los anteriores dice Bermúdez
de Pedraza que eran “negros ilustres”. Todos ellos estuvieron vinculados,
durante más o menos tiempo, con Granada, una ciudad que parecía dulcificar su
carácter esclavista proveniente del continuo cautiverio y rescate de esclavos entre cristianos y
musulmanes. Con la población africana parece que se aplicó el patronazgo y el
mecenazgo y no debe olvidarse que durante la dependencia de Portugal de la
monarquía española, la llegada de esclavos africanos a la Península fue en
tránsito hacia las colonias americanas.
Al tiempo la imagen del
negro se fue transformando, desde la de un bufón a un ser exótico y vicioso,
pero algunos, como los que hemos visto, son el resultado de matrimonios mixtos
y, en el caso de Juan Latino, se casó con una granadina, por lo que fue mejor
aceptado que los moriscos, a los que se les vio siempre reticentes a aceptar
el cristianismo. En Gibraleón (Huelva), donde hubo esclavos africanos que
arraigaron fuertemente, todavía hoy se puede observar el mestizaje, según
Magdalena Díaz.
En la época los
europeos tenían una idea de los africanos como individuos de piel oscura que
habitaban un mundo raro, maravilloso y monstruoso, inventando rasgos de
crueldad para justificar la dominación sobre ellos; se les veía como una especie
que había que civilizar. En España, con respecto a los moriscos, al dar comienzo
1567, entró en vigor la pragmática que les obligaba a dejar sus costumbres (lengua,
vestido, baño, religión…) y a adoptar el cristianismo como único credo
religioso. Lo que ya había preparado Carlos I en 1526 había quedado sin cumplir
hasta que el arzobispo Pedro Guerrero consiguió su aplicación.
Volviendo a nuestros
personajes, todos ellos eran hijos de un noble y una negra esclava, lo que dice
mucho del papel que jugaban estas en ciertas casas como barraganas u objeto de
las apetencias momentáneas de sus amos. Pero lo particular de los que hemos
citado es que triunfaron en sus profesiones, consiguieron integrarse en la
sociedad de su época e incluso, en la mayoría de los casos, fueron protegidos
por sus progenitores.
[i] Nacido
en Granada en 1576, fue clérigo e historiador.
[ii] Se
hablaba en la época de Etiopía para referirse al África negra al sur del
Sahara.
[iii] Desterrados
o exiliados por su propia voluntad que no cumplieron las capitulaciones de
Granada. Para sobrevivir constituyeron cuadrillas que asaltaban y robaban.
No hay comentarios:
Publicar un comentario