Iglesia de San Lorenzo (Barbuñales) paisajesviajados.com/rincones-del-alto-aragon |
Barbuñales es una pequeña población
en el centro de la provincia de Huesca donde nació, en 1730, José Nicolás de
Azara, y allí se encuentra la estatua sedente del ilustrado español que
esculpió el catalán Eduard Alentorn. Según Jorge García Sánchez[i], Azara influyó mucho en los
círculos intelectuales romanos durante la segunda mitad del siglo XVIII, donde
ejerció como Agente de Preces y ministro plenipotenciario ante el Vaticano.
El papel de Azara, hombre
cultísimo, además de la diplomacia, el coleccionismo, la investigación
arqueológica, etc. consistió en recibir y acompañar en Roma a todo cuanto
personaje importante la visitaba. Azara era, además, marqués de Nibbiano,
localidad del norte de Italia, en la provincia de Piacenza (Emilia-Romaña).
A finales de 1783 el emperador de
Austria, José II, visitó Roma (no era la primera vez) para informar al papa de
las medidas que iba a tomar en detrimento de los derechos de la “Santa Sede”,
preguntando por Azara, de quien sabía era el más indicado para ver lo más
interesante de Roma. Así, fue guiado por la ciudad, como así hizo Azara con el
rey sueco Gustavo III, que había viajado a Italia oculto bajo una identidad
supuesta.
Los españoles de cierta importancia
que visitaban Roma participaron, invitados por Azara, a las tertulias del Palacio
de España, la sede de la embajada, donde había establecido unas clases de
dibujo. En ellas estuvo el clérigo Juan Andrés Morell[ii] en 1785, 1788 y 1791. El
propio Azara poseyó tres cuadros de Murillo, uno de ellos adquirido a
Farinelli, además de bustos de dioses, filósofos, capitanes, príncipes y poetas
griegos.
En la época de nuestro personaje “cualquier
viajero de origen británico [dice García Sánchez] que en su itinerario por la
Campania se hubiese paseado entre las ruinas de Pompeya y Herculano”, ascendido
al Vesubio, o atravesado la ruta de Posillipo[iii], no habría dejado de
presentarse ante William Hamilton, coetáneo de Azara, el cual fue embajador
británico en Nápoles entre 1764 y 1800, y donde se destacó también como
coleccionista: vasos griegos, mármoles, bronces, piezas numismáticas, gemas y
lienzos que atesoró en sus villas de Posillipo y Portici[iv].
En 1768 Tomás Azpuru[v] invitó al conde de Aguilar[vi] a gozar de la filantropía
de Azara, no sin que éste se quejara escribiendo a Manuel Roda, en esta ocasión
porque no consideraba al conde apto para recibir sus atenciones, pues no
destacaba en ningún conocimiento de forma especial. También el marqués de
Grimaldi[vii] pidió a Azara que
acompañase en Roma a los archiduques de Milán, pudiendo así estos visitantes
conocer las colecciones pontificias, las bibliotecas señoriales, las
sociedades académicas y las reuniones del patriciado romano. El propio Azara
era dueño de una importante biblioteca, de una galería de antigüedades y de una
pinacoteca, célebre en Roma por las pinturas de Mengs, Murillo o Velázquez, lo
que sabemos por las “Cartas familiares” de Juan Andrés Morell.
Los jóvenes pensionados del rey y
de la Academia de San Fernando visitaban las colecciones de Azara, encontrando
en ellas modelos para copiar en sus creaciones. Ponz dejó escrito que en en la biblioteca del ilustrado se encontraban obras de autores clásicos, medallas y pinturas famosas.
El eclesiástico y humanista canario, José Viera y Clavijo, que hizo un viaje en
1780 y 1781 por varias ciudades de Italia y Alemania, dejó testimonio de las
colecciones de Azara. Autor de una “Historia de las Islas Canarias”, el viaje
lo hizo acompañado del marqués de Santa Cruz[viii] y de un hermano de éste,
el clérigo Pedro de Silva. Azara los introdujo en el círculo de visitantes de
la embajada, como la princesa de Santacroce, el embajador de Malta, el cardenal
de Bernis, el cardenal Zelada y algunos exjesuítas residentes en Roma: los
abates Calderini y Huerta entre otros.
Azara llevaba a sus invitados (de
gusto o forzado) a la campiña de los Colli
Albani[ix], al sepulcro de
los Horacios y los Curiacios[x], a los palacios del
príncipe Chigi[xi]
y de la princesa Barberini[xii], éste en Palestrina, al palacio
Corsini[xiii], a las termas romanas, a
los talleres de artistas locales y extranjeros, como Pompeo Batoni[xiv], que mostraba los lienzos
en los que estaba trabajando...
Atrás quedaban los estudios de
Azara en Huesca y Salamanca, comenzando su andadura romana durante el reinado
de Carlos III (1765); se ganó la amistad de Manuel de Roda y no dejó de
intrigar para que fuese elegido papa Antonio Braschi dei Bandi, Pío VI, que reinaría entre 1775 y 1799. Al final de su vida fue enviado a París, pero
ante todo fue un ilustrado relacionado con los cortesanos, reyes y personal
privilegiado de su época.
[i] “José
Nicolás de Azara, un icono del Grand Tour”.
En este trabajo se basa el presente resumen.
[ii] Jesuita
que viajó a Italia en 1767, dedicándose a escribir una serie de obras en
italiano y en latín, una de ellas “Cartas familiares”, en varios volúmenes,
editadas en español por Nabu Press, 2011.
[iii] Hoy es
un barrio en las colinas de Nápoles.
[iv]
Municipio italiano cercano a Nápoles.
[v] En
Zaragoza conoció a Manuel de Roda. Combinó su condición de clérigo con
actividades diplomáticas, teniendo malísimas relaciones con Azara.
[vi] Debe de
tratarse de Valerio de Zúñiga y Fernández de Córdoba Pimentel.
[vii] Pablo
Jerónimo Grimaldi fue un genovés que estuvo como diplomático al servicio de los
reyes españoles Fernando VI y Carlos III.
[viii] José
Joaquín de Silva Bazán.
[ix] Los
montes Albanos, teniendo en cuenta que los conocimientos y curiosidad de Azara
comprendía muchas disciplinas.
[x] Tumba
etrusca en Volterra, hecha de bloques de toba, con cuatro conos truncados en
las esquinas.
[xi] Familia
de banqueros sieneses que se hicieron con él en la segunda mitad del siglo
XVII.
[xii] Hoy
museo.
[xiii]
Rodeado de jardines, está situado en el barrio de Trastévere, hoy galería
nacional de arte antiguo junto con el palacio Barberini.
[xiv] Se
especializó en retratos, pero también pintó temas mitológicos y alegóricos.
Nacido en Lucca, Toscana, muy joven se traslada a Roma y allí realiza la mayor
parte de su obra.
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