domingo, 24 de febrero de 2019

Cuicul: una ciudad romana en África

Restos romanos de Cuicul 

Algunas ciudades romanas importantes de África, las Galias y Gran Bretaña, permiten a Pierre Grimal[i] aportar importantes datos sobre este aspecto de la civilización latina. La fundación de Cuicul (actualmente Djemila)[ii] se remonta al año 97 después de Cristo y fue obra del emperador Trajano, que deseaba crear una posición estratégica en el punto en que se encontraban la gran ruta de Cirta (Constantina) en Sitifis (Setif) y la del sur, de Djiejelli a Lambese[iii]. En este lugar se levantaba antes una aldea indígena poblada de númidas. Cuicul se encontraba en la confluencia de dos valles por donde transcurrían los caminos. Cuicul nunca fue una ciudad cuadrada, solamente conoció un esbozo de decumanus y la muralla seguía las líneas del terreno presentando una forma triangular, pero pronto esta muralla resultó insuficiente.

La riqueza de las tierras vecinas, la abundancia de recursos, la facilidad de las comunicaciones con el interior de una provincia cada vez más próspera, condujeron al desarrollo de la ciudad. Tres cuartos de siglo después de su fundación se edificó en Cuicul un teatro a unos 150 metros al sur de las murallas, y veinte años más tarde se edificaron las termas del sur, que recordaban por su magnificencia y distribución a las grandes termas del norte de Timgad. Los arquitectos, al elegir estos emplazamientos para los nuevos monumentos, no habían hecho más que seguir las líneas maestras del lugar, sin preocuparse a priori de ningún rigor geométrico. Previeron que la ciudad se iría desarrollando en la meseta en forma de abanico, resultando ciertas sus predicciones. Pero al mismo tiempo reservaron en el emplazamiento de lo que había de ser el centro de la ciudad, el espacio necesario para un nuevo foro, que fue obra de los Severos. Para situarlo se limitaron a seguir la orientación de las viejas murallas, que fueron la base de su plan director. Dos arcos, uno sobre la calle que conducía al teatro (levantado a partir del año 161 d. C.) y el otro a la salida del nuevo foro (año 216) significaban que, en estos puntos, empezaba una zona monumental. La extensión de la ciudad se encontró así limitada y también por el mismo terreno- de este a oeste.

Más tarde la ciudad continuó su crecimiento, incluso en medio de la inseguridad que marcó el siglo III de nuestra era y, cuando triunfó el cristianismo, fue en el barrio sur donde se instaló la comunidad cristiana con sus basílicas, sus baptisterios y su palacio episcopal. De esta manera la evolución de Cuicul presentó, como podemos comprobar actualmente, una señalada unidad. Su cardo no era axial, como lo requería la regla, sino que formaba un bulevar bordeado de pórticos a lo largo de las murallas del oeste. Más tarde se sustituyó el viejo decumanus por una terraza que dominaba el foro de los Severos, y en todas partes se colocaron fuentes, una detrás del arco de Caracalla y otra a alguna distancia de las termas del sur, en la prolongación del cardo.

La exedra central de la terraza que dominaba en nuevo foro estaba adornada con una fuente, así como el mercado de Cosinius, en las cercanías del Capitolio. Los patios de las casas particulares estaban también alegrados por el agua: gracias a los ingenieros romanos, los africanos comprendieron la necesidad de situar en todas partes el frescor de las fuentes.  

Las casas de Djemila (Cuicul) mantienen el patio central rodeado de columnas (peristilo) pero con diferencias respecto de las casas pompeyanas. La casa con atrium está caracterizada por una hilera axial de apartamentos; primero se entra en un vestíbulo de dimensiones reducidas y luego directamente en el peristilo, que es el patio de la mansión. A lo largo de sus cuatro lados están dispuestas las habitaciones, algunas de las cuales no son más que estrechas celdas, y otras, más adornadas, representan salas de ceremonial. No encontramos aquí el atrium de Italia, pero no existe ninguna razón para suponer que nunca fuera exportado a África. En la época en que fueron construidas las grandes ciudades africanas, el atrium ya no era en la misma Roma más que un recuerdo, y las casas africanas eran más parecidas a las mansiones helenísticas que se pueden ver en la isla de Delos y que se remontan al siglo II a. de C. Este modelo se mantendrá en todo el Oriente y en el Mediterráneo meridional, dando nacimiento a la casa árabe, de forma que desde los primeros siglos la ciudad romana ya estuvo marcada por la huella de los países africanos.



[i] “Las ciudades romanas”.
[ii] Al nordeste de la actual Argelia.
[iii] Todas estas ciudades se encuentran al nordeste de Argelia.

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