miércoles, 27 de febrero de 2019

Ciudades romanas en Francia e Inglaterra

Restos de la muralla romana de Silchester
(Inglaterra) (1)
Lugdunum (Lyon) fue la capital administrativa de las Galias, fundada en el año 43 a. de C.; probablemente fue una idea de César, que fue llevada a cabo por Munatius Plancus[i]. Según Pierre Grimal[ii] es fácil discernir la intención de los fundadores: en el punto donde se cruzaban dos de las más importantes rutas de las Galias, la del Rin al Mediterráneo y la del Leman[iii] al Atlántico. Lugdunum estaba llamada a ser una colonia que fuese capaz, a la vez, de ser un puesto avanzado de romanidad y encrucijada del mundo céltico unificado en el seno de la “paz romana”.

Desde los últimos años que precedieron a la conquista, Vienne[iv] había sido la más septentrional de las grandes ciudades del valle del Ródano, pero los comerciantes romanos que se instalaron en ella fueron expulsados en una revuelta, y pidieron asilo a los galos segusiavos[v], que los acogieron en la confluencia del Saona con el Ródano. Fue en este núcleo romano donde se apoyó César en los inicios de su intervención en las Galias, con motivo de la campaña contra los helvéticos en el año 58 a. de C. El valor estratégico y comercial del lugar fue de esta manera puesto en evidencia, incluso antes de que las Galias fueran anexionadas. Solamente existía entonces en la colina que ahora llamamos de Fourvière, al oeste de Lyon, un poblado celta. La primera preocupación de los fundadores fue la de rodear la colina con una sólida muralla que siguió el contorno triangular de aquella. Esta muralla no ha sido encontrada, aunque sí la localización de sus puertas, pasando por ella los convoyes que iban y venían de las diferentes regiones de las Galias a Italia.

 El foro se edificó en una terraza que lo situó por encima del decumanus y el cardo, con los que se comunicaba solamente por dos rampas. El emplazamiento del Capitolio y de otros edificios públicos no se conoce, ya que la ciudad medieval y moderna se han superpuesto. De la colonia de Lyon, propiamente dicha, solamente conocemos con detalle el teatro de Fourvière, descubierto por los arqueólogos y restaurado. Allí podían tomar asiento unos 10.000 espectadores y en un odeón muy cercano cabían unos 3.000. Al pie de las murallas de Fourvière se instalaron muy pronto barrios populares y de comerciantes, cuyo recuerdo es conservado en la epigrafía.

Fue en la isla formada entonces por el Saona y el Ródano donde se construyó el barrio de las Cabanas, agrupados en él los comerciantes del vino con sus almacenes. En la orilla derecha del Saona se encontraban los “nautas”, es decir, los patronos de los buques de transporte, cerca del puerto y los depósitos. Aguas arriba, en el mismo ángulo de la confluencia, el barrio de Condate, donde a partir del 12 a. de C. se construyó un santuario consagrado a la divinidad de Roma y de Augusto. Este altar, donde venían a sacrificar cada año representantes de diversas partes de las Galias, exigió la ampliación del barrio con un templo y un anfiteatro.

La historia de Lugdunum diseña fácilmente el desarrollo de las funciones para las que fue creada la ciudad: puesto avanzado romano, transformado en una encrucijada comercial, estratégica y fluvial, y muy pronto centro espiritual de la nueva provincia. Nuevos barrios fueron surgiendo para responder a las necesidades que se iban creando, por lo que no hubo planificación desde una nueva planta, y así Lyon tuvo una duradera prosperidad.

Vaison (la ciudad de los voconces), es un ejemplo de lo que fue una ciudad galo-romana, donde las sucesivas excavaciones han puesto de relieve barrios antiguos y, sobre todo, mansiones privadas muy propias de la Narbonense. Encontramos en Vaison ejemplos de casas con atrium y peristilo de tipo tradicional, especialmente en la casa conocida como “del Busto de plata” o la “de los Messii”, en la colina de Puymin, en la Provenza. La primera está bastante bien datada a finales del siglo I de nuestra era, y es interesante ver en ella la supervivencia del atrium, pero tendía a imponerse ya otro tipo de vivienda privada, el de la insula. No lejos de la Casa de los Messii se han descubierto edificios, en muchos casos comparables a mansiones de Ostia y Roma que, en lugar de estar orientadas hacia los patios interiores, se abren a la calle, y de esta partían las escaleras que conducían a los pisos superiores. Algunos barrios de las urbes romanas de las Galias –los más populares- se parecían, pues, a algunas de las actuales ciudades viejas de Génova o Niza. A medida que nos vamos alejando del Mediterráneo, las casas particulares tomar formas diferentes.

En la actual Gran Bretaña se ve que las viviendas privadas presentaban un aspecto muy diferente del las mediterráneas. Una primera diferencia la encontramos en que, en Gran Bretaña, no ocupaban completamente toda una manzana, sino que estaban rodeadas de un gran jardín. De ello se deduce que su planimetría no estaba determinada por el terreno, formando las casas más simples una especie de corredor o hall, cuya fachada estaba rodeada por una varanda. El interior, dividido en compartimentos transversales, formaba habitaciones distintas que se comunicaban entre sí mediante la varanda anterior. A veces, en un extremo de la casa, una habitación formaba un saliente que dominaba la varanda. En las mansiones más amplias, a menudo eran dos los halls que estaban dispuestos en forma de escuadra, con lo que tenemos así el esbozo de una casa con patio, donde las habitaciones de la vivienda estaban simplemente dispuestas en torno a un espacio dejado libre.

Finalmente, a veces este espacio se cerraba sobre sí mismo y se transformaba en un verdadero patio, lo que nos recuerda la casa africana, pero completamente diferente por sus orígenes. En una ciudad como Silchester existían menos casas verdaderamente “urbanas” que viviendas rurales trasladadas a la ciudad y adaptadas, bien que mal, a las necesidades del urbanismo romano. Aquí vemos formas arquitectónicas extrañas a la tradición italiana, salvaguardando las tradiciones locales. Es quizá por esta razón que Roma pudo permitirse, según los climas, las necesidades sociales y económicas, y también el genio particular de cada uno de los pueblos “acogidos” en el Imperio, aceptar tantas particularidades.




[i] Vivió entre 87 y 15 a. de C., desarrollando funciones políticas y militares cambiando de bando continuamente.
[ii] “Las ciudades romanas”.
[iii] Lago al norte de los Alpes.
[iv] Al sur de Lyon y a orillas del Ródano.
[v] César los sitúa en el ángulo entre el Ródano y el Saona. Junto con otros, fronterizos con la provincia narbonense, de forma que Lugdunum se fundó en territorio de estos segusiavos.

(1) https://www.tripadvisor.com/LocationPhotoDirectLink-g186363-d948655-i17835988-Silchester_Roman_City_Walls_and_Amphitheatre-Reading_Berkshire_England.html

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