Presa de Tibi (Alicante): iagua.es/data/infraestructuras/presas/tibi
Dice Gil Olcina[i]
que la idea de los trasvases de agua de una cuenca a otra precedió a la
construcción de pantanos en el sureste ibérico. En la Edad Media aún se
encontraba el espacio citado dividido entre las coronas de Castilla, Aragón y
Granada cuando, en 1370, la plaza fronteriza de Lorca planteó al rey Enrique II
la necesidad de transferir a sus regadíos agua de las fuentes de Archivel[ii]
o Caravaca, a más de 50 km. de distancia. Medio siglo después (1420), la villa
de Elche decidió gestionar el trasvase de una porción de las aguas del Júcar,
consiguiendo que Villena y Chinchilla, de la corona de Castilla, por donde
habría de discurrir la conducción, concediesen su permiso. Las dificultades,
sin embargo, serían enormes.
Los siglos XVI y XVII, dice Gil Olcina, es una época destacada
en la historia hidráulica española, principalmente por la construcción de
embalses para riego en los reinos de Valencia y Murcia. Los de Almansa y Tibi
fueron los primeros, si bien el segundo, pantano modélico hasta muy avanzado el
siglo XVIII, fue muy superior, pero los dos están en funcionamiento. Almansa y
Tibi, presas de gravedad-arco[iii],
supusieron una gran novedad técnica, habiendo sido imitada la de Tibi durante
tres siglos; esta presa carece de parangón –dice Gil Olcina- en la historia de
la hidráulica española, haciendo más de cuatrocientos años, con algún
paréntesis, que regula las aguas del Monnegre.
El Consell General de
Alicante decidió construir la presa en 1579 y los trabajos dieron comienzo
mediante el diseño de Pere Izquierdo, natural de Muchamiel (al este de la
provincia actual de Alicante). Luego intervinieron otros que tenían título de
ingenieros, con una capacidad de 3,7 hm3, y con posterioridad se incorporaron
innovaciones que lo mejoraron.
Durante el siglo XVII se construyeron los de Elche, Elda,
Onteniente y, probablemente, Petrel y Alcora, además de un intento fallido en
Lorca. La oposición a estos reservorios fueron los dueños de las aguas, entre
otras cosas porque el aumento de disponibilidad de agua reducía los precios de
la subasta y del arriendo de agua. Las vicisitudes de las tres primeras presas
de Puentes[iv]
son muestras de la cerrada defensa de sus intereses por parte de los señores de
aguas. No obstante, las presas no dieron solución a las necesidades de riego, pensándose
entonces en trasvases desde las Fuentes de Archivel y de los ríos Castril y
Guardal[v],
al tiempo que fue tomando cuerpo la idea de cerrar el estrecho de Puentes,
donde se da la confluencia de los ríos Vélez y Luchena[vi]
para dar lugar al Guadalentín. A pesar de la tenaz oposición de los dueños de
las aguas, en 1612 se acordó la construcción de un embalse por un valor de
50.000 ducados, pero financiar esta obra resultó imposible, sobre todo porque
no se encontró roca firme. Se ideó entonces (Pedro Guillén) un tipo de
cimentación pero en 1648, apenas iniciado el dique, una riada arrasó la obra
cuando ya se llevaban gastados 10.000 ducados…
En el siglo XVIII la Compañía del Canal de Murcia pretendió
construir un “Canal de Riego y Navegación, con las Aguas de los Ríos Castril,
Guardal y otros…” para regar los campos de Lorca, Totana, etc. (1774). La obra
empezaría en el nacimiento del Castril y se uniría al Guardal por una mina de
diez kilómetros perforada en Sierra Seca[vii];
en ambas cabeceras se construirían sendas presas. Guardal abajo se estableció
el punto de partida del canal de riego y navegación que, con anchura de 5,57 m.
y 2,33 de profundidad, debía recorrer 287 km. hasta Cartagena, en cuyo campo se
bifurcaría con un ramal solo para riego que terminaría en el Mar Menor y otro,
navegable, hasta el Cabo de Palos. El gigantesco sistema proyectado –dice el
autor al que sigo- constaría de 620 km. en una red de canales con esclusas,
acueductos y túneles, el mayor de los cuales en Sierra de Topares[viii],
con 13,4 km. de longitud. Se necesitaban embalses en Valdeinfierno[ix],
Puentes y algún otro. Se trataba de una obra de colonización propia del
reformismo borbónico con una superficie de 84.000 hectáreas. Como vía navegable
permitiría el transporte de madera y productos agrícolas a Granada y el
Mediterráneo.
Aún hoy impresionan las excavaciones y obras realizadas entre
1776 y 1780, pero en 1778 ya se había desechado el canal navegable y dos años
más tarde se vio que había obstáculos insuperables. En 1785 se disolvió la
Compañía del Real Canal de Murcia. Floridablanca estaba de por medio y, para
hacer olvidar el fracaso, se emprendieron obras de envergadura a cargo de
Lemaur[x]
y Marínez de Lara, siendo éste último el autor del proyecto de los gigantescos
reservorios de Valdeinfierno y Puentes. Luego se hizo el proyecto del Canal de
Guadarrama debido a Lemaur y se redactó un informe para Carlos III sobre el
desagüe de la laguna de Villena (salobre, en el extremo oeste de la actual
provincia de Alicante).
Los embalses de Puentes y Valdeinfierno marcaron un hito en la historia hidráulica europea, produciéndose un importante cambio de orientación, con grandes presas de gestión plenamente estatal. La capacidad de Puentes fue de 52 hm3 (catorce veces superior a la de Tibi), no siendo superado hasta 1912 por el pantano de Guadalcacín (Cádiz). También hubo que vencer la oposición de los dueños de aguas, y esto mismo ocurrió en la presa de El Gasco[xi], en Guadarrama. Más tarde Valdeinfierno se llenó de escombros y Puentes se arruinó[xii], por lo que de nuevo se levantaron grandes presas en estos dos lugares, las mayores realizadas en Europa hasta entonces.
[i] “El déficit de agua en el Sureste Ibérico…”.
[ii] Al suroeste de Caravaca y muy próximas a ella.
[iii] No solamente están arqueadas sino que su base es muy ancha y pesada (gravedad).
[iv] Suroeste de la actual provincia de Murcia.
[v] Castril y Guardal son ríos de la cuenta del Guadalquivir, discurriendo por el nordeste de la actual provincia de Granada.
[vi] El primero no puede ser el que discurre por la provincia de Málaga. El segundo discurre por la provincia de Murcia.
[vii] En el extremo nordeste de la provincia de Granada.
[viii] En el extremo norte de la provincia de Almería.
[ix] En el río Luchena, a 47 km. de Lorca y construido en 1791, hoy arruinado.
[x] Natural de la Champaña pero de origen español, falleció en 1785. Participó en proyectos como el canal de Castilla y el de Guadarrama. Fue también arquitecto.
[xi] Inacabada y sobre el río Guadarrama, entre Torrelodones, Galapagar y Las Rozas.
[xii] Una riada en 1802 provocó la rotura de la presa y la muerte de más de 600 personas. La creación de la Escuela de Ingenieros de Caminos y Canales de Madrid, en 1802, no fue ajena a aquellos sucesos.
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