Dos grandes
expediciones fueron ordenadas por la Corona española a principios del siglo
XVI: la primera en 1502 con más de treinta embarcaciones al mando de las cuales
iba Nicolás de Ovando con la vista puesta en las grandes Antillas, y la segunda
en 1514 con más de veinte embarcaciones y, según las fuentes, algo más de dos
mil personas[i],
todo a las órdenes de Pedrarias Dávila, un viejo de setenta y cuatro años, lo
que no fue común entre los que viajaron a América en la época de la conquista.
A los pocos meses de
llegar al Darién los de esta segunda expedición, ya habían muerto unos
setecientos, víctimas de la modorra[ii] y
el hambre, pero Pedrarias no fue una de ellas, lo que quizá hubiera ahorrado
muchas otras vidas, traiciones, crueldades, violencias, abusos y crímenes sin
cuento. La expedición había salido de Sanlúcar de Barrameda rumbo a Canarias
para llegar a la Dominica, una pequeña isla en la parte más oriental del
Caribe; después las naves fondearon en Santa Marta, en la costa norte de la
actual Colombia. Luego siguieron hasta Santa María la Antigua (en el golfo de
Urabá), donde se encontraba Balboa dirigiendo una población que no tenía nada
de ciudad y ni siquiera de pueblo, y Pedrarias –quizá envidioso por la delantera
que le llevaba Balboa en la zona- le quitó sus pertenencias, lo que hizo que el
descubridor del Pacífico se quejase mediante carta al rey[iii],
y ya fuese porque la naturaleza así lo quiso o por designio divino, Pedrarias
sufrió una hemiplejía, lo que Las Casas relata, junto con el devenir de las
cosas, de forma dramática[iv].
Pedrarias había nacido
en Segovia y fue durante no poco tiempo Gobernador de Castilla del Oro y
Nicaragua, siempre mediante conflicto, rivalidades, abusos y crímenes. Ya de
forma directa o indirecta, Pascual de Andagoya[v],
colaborador de Balboa, nos ha dejado información sobre el comportamiento de
Pedrarias en las tierras del istmo americano, desde Honduras hasta Panamá y en
las Antillas, pero también contamos con información por parte de Bartolomé de
las Casas, Fernández de Oviedo, Bernal Díaz del Castillo y otros, tanto sobre
los crímenes de Pedrarias como de las conquistas y colonización de esas
tierras.
Las intenciones de la
Corona española eran que se diese a los indios un trato humano, más allá de su
explotación como mano de obra para la conquista y la colonización, por lo que
estableció lo que se ha llamado Requerimiento, un texto que había que leerle a
los indios en el momento del contacto con cada comunidad para que conociesen
las intenciones de los españoles, pero también las advertencias en caso de
oposición. Como los indios no entendían el castellano de nada valía a los
efectos propuestos, y esto servía a los conquistadores de excusa para iniciar
las represiones, violencias, etc., que en el caso de Pedrarias superaron todos
los límites. Ya Las Casas advirtió sobre la inutilidad de ese Requerimiento, y
probablemente contribuyó a la idea que se fue formando para el cambio de
actitud que experimentó su vida en América.
Cuando se nombró a
Pedrarias gobernador del Darién hubo muchas protestas, pero más bien por
ambiciones que por razones de orden o moralidad. En todo caso es difícil que
los opositores al segoviano imaginasen lo que haría en las tierras bajo su
mando y aún en las próximas. Las diversas fuentes hablan de que cuando
Pedrarias viajó a América era ya un hombre enfermo, pero con el andar del
tiempo contrajo otros males, como la malaria y la gota, y pareciera que cuantos
mayores eran sus pesares más era la maldad que imprimía a sus actos. La
unanimidad entre los cronistas, contemporáneos y otros personajes que tuvieron
noticias de él, hace que no puedan caber dudas sobre su comportamiento
criminal.
En la expedición de
1514 fue por primera vez un obispo, el franciscano Juan de Quevedo, quien refrenó
algunos excesos pretendidos por Pedrarias, aunque moriría en España el mismo
año que Balboa en América, 1519, este último decapitado sin justificación
alguna por Pedrarias. También encontramos aquí a los que luego jugarían
importantes papeles en las conquistas: Diego de Almagro, Sebastián de Belalcázar
y Hernando de Soto entre otros. Cuando en 1515 fue nombrado Balboa como
gobernador de Coiba[vi]
y Panamá, bien que supeditados estos territorios a Castilla del Oro, Pedrarias
se resistió a reconocer este nombramiento y encarceló a Balboa, lo que sería una
constante hasta la muerte de este.
Los indios samarios
fueron quizá los primeros que se opusieron a las conquistas de Pedrarias,
sufriendo muchas víctimas, pero luego vinieron otros, como los indios cueva,
que habitaban la parte oriental del actual Panamá, y aquellos con los que
Balboa había llegado a pactos de colaboración que Pedrarias no respetó. Pasado
el tiempo este personaje fue calificado por Las Casas como “furor domini”, pero
antes se organizaron varias expediciones en busca de oro, para lo que se
esclavizó a los indios y se mató a otros. Por orden de Pedrarias se apresaba a
los indios en razias, se les esclavizaba y se vendían como mercancía, constando
esto en varias zonas, pero particularmente en la isla de Tararequi, hoy isla
del Rey, formando parte del archipiélago de las Perlas (golfo de Panamá).
Fueron saqueados los cacicazgos de Escoria y Natá, próximos entre sí, en el
interior el primero y el segundo en la costa oeste del golfo de Panamá.
Los indios se
sublevaron y los españoles fueron vencidos, pues los nativos se llevaron el
botín y liberaron a varios cientos de esclavos. A esto contestó Pedrarias con más
de doscientos hombres que embarcó en cuatro barcos, fondeando en Acla[vii],
donde el personaje sufrió un ataque hepático, lo que le impidió, por el
momento, seguir con sus fechorías personalmente, pero encargó a otros que las
hiciesen en su nombre inspeccionado la península de Azuero, al oeste del golfo
de Panamá, donde consiguieron oro y esclavos. Mientras tanto Balboa pretendía
una expedición al Mar del Sur valiéndose de hombres que serían reclutados en la
isla Española y Cuba, pero enterado Pedrarias lo encarceló, medió el obispo
Quevedo y se negoció el casamiento de una hija de aquel con Balboa, lo que este
aceptó quizá para evitar males mayores y porque la novia estaba en España.
Esta relación familiar
permitió a Balboa formar una Compañía de la Mar del Sur que se encargó de
construir barcos en Acla, los cuales sirvieron para llegar al archipiélago de
las Perlas[viii];
siguió Balboa hasta Chochama, en la costa Este de golfo de Panamá, luego hasta
el golfo de San Miguel, que conocía bien porque fue donde por primera vez vio
el Pacífico, y allí estaba cuando se enteró de que Pedrarias iba a ser relevado
de su cargo, lo que no se produjo porque el sustituto falleció antes de llegar
a Castilla del Oro. Ante el anuncio de relevo Pedrarias volvió contra Balboa y
los suyos, los apresó y para ello contó con Francisco Pizarro, que luego se
haría famoso en el imperio incaico. De cárcel en cárcel pasó Balboa sus últimos
años, mientras Pedrarias se empeñó en “borrar todo vestigio de la colonización
de Balboa”, organizó una expedición que partió de Acla, cruzó el istmo por la
misma ruta que había seguido Balboa para descubrir el Pacífico y llegó al
archipiélago de las Perlas, yendo luego al continente para fundar la ciudad de
Panamá[ix]
(1519), pero luego sería trasladada a su emplazamiento actual.
En el mismo año citado fundó Nombre de Dios (frente a la ciudad de Panamá, en la costa atlántica), y en 1522 Natá (hoy Santiago), además de otras poblaciones en Nicaragua y Costa Rica con los nombres de Bruselas (Costa Rica), Granada y León; se repartieron indios, se obtuvieron riquezas de las que el máximo beneficiario fue Pedrarias, pero no sin problemas porque cuando Hernández de Córdoba se quiso hacer con la autoridad de Nicaragua[x], nuestro ambicioso protagonista le persiguió y ordenó su decapitación, fórmula al parecer preferida por él. Aún quedarían algunos años a Pedrarias, pues murió en 1531 (León, Nicaragua), superando varios juicios de residencia que fueron amañados en su favor, y mientras tanto practicó el pillaje, el maltrato a los indios, vulneró las leyes de la monarquía con impunidad y fue acusado de nepotismo, traficó con esclavos… tenía noventa y un años, llevando durante su juventud varios apodos, uno de ellos El Galán.
[i] Por lo tanto en cada nave, de media, más de noventa personas.
[ii] Enfermedad pulmonar con síntomas de sueño invencible. A partir de aquí las complicaciones en otros órganos la hacían mortal.
[iii] Asombra la gran cantidad de información que los reyes recibieron de los destacados en América durante el siglo XVI, pues más comprensible es en las centurias siguientes, cuando ya se habían establecido virreinatos, audiencias, gobernaciones, etc. En la Corte se debía tener una idea bastante clara de las desavenencias entre los conquistadores, adelantados y otros en el Nuevo Mundo, y como se demostró por las leyes protectoras de los indios (1512, 1513 y 1542) también sobre el trato que estos recibían.
[iv] Real Academia de la Historia: https://dbe.rah.es/biografias/10209/pedro-arias-davila.
[v] Andagoya es una localidad al oeste de la actual provincia de Álava. Entre 1521 y 1522 hizo una exploración por mar, partiendo de Panamá, que le llevó hasta lo que hoy es Esmeraldas, en la costa norte del actual Ecuador, conoció en parte la civilización inca y sus riquezas, llegando de vuelta para dar noticia de todo esto, por lo que se le puede considerar como el primer descubridor de una parte del imperio incaico. F. Pizarro ya estaba en América desde la expedición de Ovando (1502) y participó en la gesta de Vasco Núñez de Balboa, pero no llegó al Perú hasta 1532, once años más tarde que Andagoya.
[vi] Al oeste de la península de Azuero.
[vii] Al Este del actual Panamá, en la costa del Atlántico.
[viii] Llevados por tierra hasta la costa del Pacífico.
[ix] El galés Henry Morgan, filibustero con sede en Jamaica cuando esta isla estaba ya en manos inglesas, la incendió en 1671.
[x] Fundó las ciudades nicaragüenses de Granada y León.
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