jueves, 8 de diciembre de 2022

Polifacético Fernández de Oviedo

 


Primer mapa de la isla Española (*)

Entre los cronistas de Indias quizá sean Fernández de Oviedo, Hernando Colón y el Inca Garcilaso los de mayor formación humanística e intelectual, existiendo no obstante diferencias entre ellos, tanto por la intención que reflejan sus obras referidas a las Indias como por su estilo literario y los temas tratados.

Gonzalo Fernández de Oviedo nació en Madrid en 1478, el mismo en que Cristóbal Colón realizó un viaje a las islas Madeira en busca de azúcar por encargo, y también mientras Castilla y Portugal estaban enfrentadas en una guerra por la sucesión a la Corona de la primera. Fernández de Oviedo cultivó muchos géneros literarios: fue traductor, escribió una Historia de Nicaragua que permanece inédita[i], escribió sobre las Indias interesado por la flora, la fauna y los habitantes[ii], en lo que se mostró como etnógrafo y antropólogo, escribió libros de caballerías, sobre la nobleza, naufragios, y ensayó la epigrafía a partir de inscripciones antiguas.

Oviedo era más que hidalgo, pues pertenecía a una familia no de la más alta nobleza pero sí de abolengo; además, a lo largo de su vida y ya desde muy pronto estuvo relacionado con personajes notables de diversas cortes europeas. Se casó varias veces teniendo descendencia, y gozó del favor de Lope de Conchillos[iii], que estuvo reconocido durante los reinados de Fernando II y Carlos I. Una vez en América, Oviedo mostró desde el primer momento su oposición a Pedrarias (1514), denunciando la “iniquidad de lo que veía” en Castilla del Oro[iv] y contraponiéndolo a los ideales de la hidalguía culta a la que él pertenecía. Vio el Nuevo Mundo como la “destrucción infernal para los indios y perdición infernal para los españoles”, y sin embargo se opuso a Bartolomé de las Casas por la concepción que cada uno de ellos tenía de los indios.

Oviedo, como otros, creía que los indios no eran realmente hombres como los europeos, no obstante se les pudiese cristianizar y asimilar a la cultura española, mientras que las Casas siempre defendió una consideración más realista y acertada de la naturaleza de los indios. Es difícil interpretar la moral de Oviedo con esa discriminación de las razas que muchos consideraban inferiores, pero lo cierto es que no podemos juzgar con nuestra mentalidad la del siglo XVI. De nuevo se opuso a Pedrarias en Santo Domingo (1515) antes de regresar a España, pero volvió a América emprendiendo rumbo a Santo Domingo y luego desembarcó en el Darién[v] (1520). Su tiempo no estuvo solo en la literatura, de géneros tan variados como hemos visto, sino en enriquecerse, por lo que mostró mucho interés en administrar unas fundiciones que se le habían otorgado.

Y al mismo tiempo otra muestra de su temperamento quizá atormentado: denunció y se opuso a que se utilizase a las indias como mulas de carga, pues tendría de las mujeres la idea que un hidalgo español de su época. Ello no impidió que cuando se produjeron sublevaciones indígenas, por ejemplo la del cacique Bea, Oviedo llevase a cabo la represión, y así mismo contra los indígenas Guaturo y Corobari, que el propio Fernández de Oviedo nos informa vivían entre el Cabo Gracias a Dios[vi] y el golfo de Urabá, donde desemboca el río Segovia o Coco (Atlántico) formando frontera entre las actuales Honduras y Nicaragua, y en el noroeste de Colombia respectivamente. Entre los españoles también hubo disputas (difícil que no fuese así estando Pedrarias de por medio) y Oviedo se vio complicado en una siendo acuchillado por un adversario; cuando la víctima se repuso emprendió con una hueste la búsqueda hasta dar con el atacante, el cual fue sometido a juicio y condenado a muerte, aunque luego se le conmutó dicha pena por la de amputación de un pie y una mano…

En 1523 estaba de nuevo en España y aquí acabó el “Sumario de la Natural Historia de las Indias” (1526), y cuando regresó a América pudo comprobar cómo Pedrarias había convertido el territorio de la actual Nicaragua en un mercado de esclavos, pero como una cosa es indignarse por lo que consideraba injusto y otra el afán de riqueza, se dedicó a administrar sus posesiones en río Haina, hoy ya absorbido por la ciudad de Santo Domingo, y en San Juan de la Maguana, en el centro de la isla Española. Más tarde recibió la gobernación de Santa Marta[vii] “con todas las riquezas funerarias del Cenú”, topónimo este que hace referencia a un pueblo o grupo de ellos en torno al río Sinú (oeste de Colombia) que desagua en el Atlántico, y tuvo noticia de los enfrentamientos entre Almagro y Pizarro, que dieron comienzo en 1537 y que acabarían con los dos, el primero al año siguiente y el segundo en 1541. Las gobernaciones que se habían adjudicado a cada uno de los contendientes eran Nueva Castilla[viii] (Pizarro) y Nueva Toledo (Almagro), pero dichos territorios eran una entelequia, pues comprendían segmentos del continente sudamericano de Este a Oeste. Nada nuevo para Oviedo, que había experimentado los conflictos provocados por Pedrarias, quizá el más sonado con Núñez de Balboa en 1519.

A mediados de siglo se encuentra Oviedo de nuevo en España, y cuando vuelve a las Indias fue nombrado regidor perpetuo de Santo Domingo. La última parte de su vida tiene un cierto parecido con la del pintor Goya, pues a la pérdida de un hijo y luego un nieto, lo que le sumió en una gran tristeza, se unió la creciente sordera, sabiéndose hoy la especial psicología propia de los sordos, limitados y desconfiados de lo que se habla en su presencia sin poder saber del todo el contenido de las palabras. Oviedo murió en Santo Domingo en 1557, longevo para su época, pues cumplió los 79 años.


[i] Real Academia de la Historia.

[ii] La primera “Natural Historia de las Indias” fue publicada en 1526 y otra de 1549 no fue dada a la imprenta hasta que a mediados del siglo XIX lo hizo Amador de los Ríos.

[iii] Ocupó muchos cargos al mismo tiempo y sucesivamente, se enriqueció incluso antes de ocuparlos y no tuvo inconveniente en corromperse en el ejercicio de ellos.

[iv] En líneas generales el territorio del actual Panamá y los de la posterior Gran Colombia.

[v] Parte Este del actual Panamá.

[vi] Colón le puso este nombre en 1502 porque se pudo refugiar en él con su tripulación contra un huracán.

[vii] Fue creada en 1533.

[viii] La frontera norte de “Nueva Castilla” iba desde Quito a la desembocadura del Amazonas, y la frontera sur pasaba por el Cuzco, siendo esta la frontera norte de “Nueva Toledo”, cuya frontera sur era el paralelo de Asunción.

(*) historiaymapas.wordpress.com/2017/06/29/el-primer-mapa-detallado-de-la-isla-de-santo-domingo/

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