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La colonización de la
Luisiana y la Florida, en el sureste de los actuales Estados Unidos, fue una
labor lenta, penosa y llena de dificultades. Sus costas fueron descubiertas por
Ponce de León en 1513, al mismo tiempo que Núñez de Balboa descubría el
Pacífico, y aquel le puso el nombre de Florida por ser el domingo de Pascua
Florida. La intención de Ponce era la de “navegar hacia las islas de Bimini[i],
porque los indios de Borinquen[ii]
le habían revelado una quimera: aliviar los ajes de la arruinada vejez
comunicando el vigor y gracia de la mocedad”[iii].
Un año después el rey Carlos le dio orden de que tomara posesión y poblara la “isla”
de la Florida, para lo que salió de Puerto Rico en 1521 con doscientos hombres
y 50 caballos[iv].
Ponce de León había
descubierto la Florida a su costa, como era común en el siglo XVI, y predentió
establecer una cabeza de puente aunque fracasó, como ocurrió con las
expediciones de Vázquez de Ayllón a la Carolina (1526) y la de Pánfilo de
Narváez a la Florida (1528). En 1538 Hernando de Soto salió de Sanlúcar de
Barrameda con diez barcos y desembarcó en la bahía de Tampa[v]
(Florida). En 1549 el dominico Luis Cáncer de Barbastro[vi] lo
intentó de nuevo, pero fue muerto por los nativos.
Por orden de Felipe II
el virrey Velasco[vii]
organizó una expedición en 1558 nombrando gobernador a Tristán de Luna y
Arellano, el cual fundó dos establecimientos, uno en Panzacola con el nombre de
María de Filipino, que duró muy pocos años, y otro en Santa Helena, precursora
de la actual San Agustín, al nordeste de la península de Florida y primer
asentamiento definitivo en Norteamérica llevado a cabo por europeos, pero fue obra ya de Pedro Menéndez de Avilés (1565). El objetivo fue expulsar de la
zona a los colonos franceses que se habían establecido allí.
Mucho más tarde, en
1682, Robert la Salle reclamó para Francia el valle del Mississippí, al que
bautizó con el nombre de la Luisiana en honor del rey Luis XIV, pero en 1698
una expedición española llevó a cabo la fortificación de la bahía de Panzacola
(Pensacola, al Este de Nueva Orleáns), de forma que cuando llegaron los
franceses fueron rechazados, dirigiéndose entonces hacia el oeste para fundar
varias colonias: Biloxi, Movila[viii]
y Nueva Orleáns.
En Panzacola hubo
convictos desde su fundación, militares, religiosos franciscanos y de San Juan
de Dios que dirigían el hospital, e indios que realizaban diversos trabajos.
Pero los conflictos con los colonos franceses de Movila fueron frecuentes
durante el siglo XVIII, llegándose a capitulaciones y reconquistas, sin contar
con los huracanes frecuentes en la zona. La toma de La Habana por los ingleses
en 1762 (en el contexto de la guerra de los siete años) obligó a España a
entregar la Florida a Gran Bretaña, y en compensación Francia entregó la
Luisiana a España en 1763, nombrándose poco después el primer gobernador
español, Antonio de Ulloa[ix],
sustituido en 1768 por Alejandro O’Reilly, irlandés de nacimiento pero formando
en el ejército español.
O’Reilly llegó a Nueva
Orleáns en 1769 al frente de un ejército de más de 2.000 hombres con el que
pacificó el territorio que se hizo depender militarmente de La Habana y
judicialmente de la Audiencia de Santo Domingo. Fue también autor del primer
plan español de fortificación de la Luisiana, concentrando la mayoría de las
tropas en Nueva Orleáns. En 1776 el coronel Francisco Bouligny[x]
redactó una “Memoria de la Luisiana” para el Secretario de Indias José Gálvez,
donde explicó su plan de fortificación del país con el objetivo de combatir a
los ingleses. Importancia especial tuvo la localización en el río Mississippí de
una fragata con no menos de treinta cañones, la cual estaría siempre en el río
como batería flotante, y se propuso la reconstrucción de dos baterías en la
zona denominada Torno de los Ingleses, la reconstrucción del fuerte de Manchak[xi]
español sobre la isla de Nueva Orleáns y la construcción de otro igual en la
orilla opuesta.
En cuanto a la ciudad
de Nueva Orleáns, Boulingy planteó rodearla con muros, y en el año 1779 el rey
Carlos III declaró la guerra a Gran Bretaña en el contexto de las aspiraciones
por el control de la zona. Era entonces gobernador de la Luisiana Bernardo de
Gálvez, que apoyará la independencia de las colonias rebeldes de Gran Bretaña
con el suministro de armas, medicinas, alimentos, dinero y vestuario. Al tiempo
expulsó a los ingleses de dos ploblaciones de la costa de Florida, Movila y Panzacola, destruyó la primera y
conquistó la segunda, con lo que los ingleses huyeron y Gálvez fue objeto de
honores.
Aunque se intentó
reconstruir la ciudad de Panzacola en un lugar nuevo, la zona llamada de las
Barrancas junto al fuerte de San Carlos, la Hacienda real no etaba para tales
gastos, por lo que se desechó el proyecto. En cuanto a Movila su
reconstrucción consistió en 25 manzanas, 20 de las cuales estaban destinadas a
viviendas y las otras cinco a los edificios públicos. Las manzanas adyacentes
al río se dividieron en diez solares, mientras que las restantes tenían ocho.
Salvo el costado oriental de la calle Real, que presentaba una hilera de casas
con huertas al fondo, cada una de las manzanas disponía de viviendas en las
esquinas, y los jardines y las huertas se dispusieron en el centro, si bien no
todo lo planificado fue llevado a cabo de tal manera.
También se construyeron
presidios y fuertes, y en cuanto a San Marcos de Apalache estuvo ligado a la
cadena de misiones de los franciscanos a raíz de la fundación del presidio de
San Agustín. Entre 1614 y 1616 se había creado la misión de San Francisco de Apalache,
y en 1630 la población urbana con el mismo nombre[xii].
Se construyó un fuerte en Los Nogales, situado a 26 pies sobre la superficie
del río Yaroo (Mississippí arriba). Otro fuerte se construyó en San Carlos de
Arkansas[xiii],
y en 1787 se decidió la construcción del fuerte de San Felipe de Placaminas,
terminado en 1792.
La Luisiana fue devuelta a Francia en 1803 por el Tercer Tratado de San Ildefonso que se había firmado en 1800: a cambio recibía España territorios en la Toscana. Cuando a principios del siglo XIX los cazadores de esclavos estadounidenses perseguían a los semínolas negros del norte de la Florida española, surgieron nuevos conflictos. En 1816 los estadounidenses invadieron el norte de la Florida y así comenzó la primera guerra semínola[xiv], y en 1821 fue Estados Unidos quien controló el territorio definitivamente, mientras España se preparaba para perder también el resto de sus territorios en la América continental.
[i] Al oeste de las Bahamas y al sureste de Miami.
[ii] Se identifica con la isla de Puerto Rico.
[iii] José Antonio Cubeñas Pelluzzo, “Presencia española e hispánica en la Florida…”. Citado por José Miguel Morales Folgueras (ver nota iv).
[iv] José Miguel Morales Folgueras, “La última frontera del imperio español en el siglo XVIII…”. En esta obra se basa el presente resumen.
[v] Ripley Bullen (1902-1976) dice que el lugar de desembarco fue Shaw’s Point, a la entrada de un canal al sur de Tampa. Bullen trabajó en el Museo de Historia Natural de Florida y en su universidad; fue también arqueólogo y se le tiene como el mejor conocedor de la arqueología en el sureste de los Estados Unidos.
[vi] Nació en torno a 1480 y se le reconoce su obra como filólogo.
[vii] Era natural de Carrión de los Condes (1511) y murió en México en 1564.
[viii] Las dos al nordeste de Nueva Orleáns.
[ix] Naturalista al que se considera descubridor del platino.
[x] Natural de Alicante (1736), su familia era franco-española, llegando él a ser gobernador interino de la Luisiana.
[xi] Al noroeste de Nueva Orleáns.
[xii] Al noroeste de la península de la Florida.
[xiii] Dio nombre al estado que se encuentra al norte de Luisiana.
[xiv] Los indígenas de la zona resistieron a la dominación estadounidense hasta pasada la primera mitad del siglo XIX.