domingo, 2 de abril de 2023

“Esta tormenta en la humanidad”

 

                                                    Imagen actual de Deventer (Holanda)

Cuando nació en 1459 Adriano Floriszoon en la ciudad de Utrecht, ya se había extendido entre minorías el clima religioso de la “devotio moderna”, de forma que cuando en el siglo siguiente llegue la reforma protestante, muchos en los Países Bajos del norte ya estaban imbuidos del sentido de austeridad y vuelta al primitivo cristianismo, pero ello fue compatible con los negocios, y de ahí que triunfase más tarde el calvinismo, que se adaptó a esa forma de vida.

El que se conocerá como Adriano de Utrecht parece que fue hijo de un carpintero de barcos, oficio que era importante en su época, educándose en Deventer, cuna precisamente de la “devotio moderna”. Posteriormente estudio en Lovaina, cuya universidad había sido fundada en 1425, formándose en la escolástica, es decir, el empleo de la razón al servicio de la revelación. Allí se doctoró en Teología y pasó a combatir la inmoralidad de los sacerdotes de la época, que en realidad no era otra cosa sino uno de los extremos de lo que ocurría en la Roma de los papas. Otro de los motivos de crítica por parte de Adriano fue el ejercicio eclesiástico como fuente de ingresos.

Su prestigio debió ser alto, pues siendo niño Carlos de Gante fue elegido para que se le educase, y esto llevó a Adriano a cumplir importantes servicios para el que sería rey y emperador. Más joven que Adriano, Erasmo de Róterdam también participaba de las preocupaciones religiosas del momento, llegándose a encontrar los dos en 1502. Por sus escritos, sabemos que a Erasmo le parecía muy tradicional la Universidad de Lovaina, pero ambos mantuvieron entre sí un mutuo respeto y colaboración intelectual.

Fue Adriano el que, cuando Carlos de Gante cumplió quince años, viajó a España para reclamar a su favor las coronas de Castilla, Aragón (con los territorios italianos) y la América recientemente descubierta. Esta misión contaba con el inconveniente de que el rey Fernando era partidario de su hijo del mismo nombre para las citadas coronas, y solo la muerte del rey Católico permitió que el entendimiento fuese con Cisneros, un reformador como Adriano. Cuando en 1517 inició su reinado en España Carlos de Gante, confió en Adriano muchos asuntos de gobierno, y particularmente le nombró regente cuando en 1520 viajó a Aquisgrán para ser coronado como emperador del Sacro Imperio Romano Germánico[i].

Cuando se produjo el estallido reformador de Lutero, Adriano se manifestó en contra del mismo*, al que despreciaba, considerando que el pueblo cristiano por excelencia era el germánico, comprendiendo a los habitantes de los Países Bajos del norte de donde él era originario. Mientras tanto, como regente de Castilla, tuvo que enfrentarse a la guerra de las comunidades, siendo aprisionado por uno de sus jefes, Padilla, el cual lo puso en libertad quizá considerando que nada arreglaría por ese medio.

Cuando en 1521 murió el papa León X[ii], un Médici protagonista de los escándalos que los reformistas de todo tipo denunciaban, fue elegido Adriano para sustituirle por un cónclave de 39 cardenales, encontrándose él en Vitoria (España) y empleando varios meses para viajar a Roma. Adriano estaba en la citada ciudad española en misión militar, pues Francia amenazaba Navarra. Cuando Erasmo de Róterdam se enteró de la elección, escribió a Adriano diciéndole que “esta tormenta en la humanidad” solo la podría calmar él, anque su papado duraría solo año y medio. En cuanto fue coronado publicó un “Breve” con sus recomendaciones sobre cómo debía procederse para la evangelización en América, mostrando preferencia por el clero regular y, en particular, por los franciscanos (1522)[iii].

Lo cierto es que su sucesor, Clemente VII, otro Médici, no corrigió la mayor parte de los vicios de la Curia y de la Iglesia en general, y tuvo que ser Paulo III el que convocase el Concilio de Trento, que vendría a reformar la Iglesia en muchos aspectos, además de combatir a las Iglesias reformadas. Aún el papa Julio III, sucesor de Paulo III, se vio envuelto en escándalos.

En cuanto a la “devotio moderna” tuvo su origen en los Países Bajos, teniendo un protagonismo especial los agustinos regulares. En el siglo XV se renovaron los escritos sobre la ascesis y la mística, pero también hizo extensivas a la población en general enseñanzas sobre la vida en común y reformando la espiritualidad, teniendo como eje la humanidad de Cristo, el Mesías o el ungido.


[i] En 1530 volvería a ser coronado Carlos V en Bolonia por el papa Clemente VII, solo tres años después de que sus tropas hubiesen saqueado Roma. Para conseguir la primera coronación, Carlos tuvo que sobornar a los electores que le apoyaron con el dinero que le prestaron banqueros alemanes.

[ii] Había nombrado a Adiano Inquisidor en Aragón y luego en Castilla.

[iii] Ya se habían producido las primeras leyes sobre el trato que debían recibir los indios, en 1512 y 1513.

* Desde 1516 Adriano era obispo de Tortosa, y lo sería durante la guerra de las comunidades de Castilla y hasta que fue elegido papa.

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