Recreación ilustrada del área metalúrgica
(Diseño: Fran Tapias). |
En la época que
conocemos como Edad del Hierro, durante el primer milenio antes de Cristo, los
habitantes de El Castillón levantaron un muro que ha sido excavado y produjeron
cerámicas. En el siglo V después de Cristo se produce la máxima expansión de El
Castillón, construyéndose un gran edificio que constaba de un almacén que,
según demuestran los trabajos arqueológicos, se incendió. En el siglo VI se
construyó un horno y se enterró a un ovicáprido, lo que también ha sido descubierto
por los arqueólogos. Quizá al mismo tiempo se construyeron otros hornos y se
enlosaron algunas zonas, luego se construyó una vivienda… Por lo tanto se puede
decir que, durante un gran período de tiempo, el Castillón ha sido un lugar de
asentamiento humano, aunque no podemos asegurar que de forma continuada.
La
arqueóloga Patricia Fuentes Melgar ha estudiado la práctica de la metalurgia
del hierro en El Castillón, considerando que dicha explotación jugó un papel
importante en el desarrollo de los pueblos próximos a la sierra de la
Culebra, además de estaño, plomo, antimonio, bario, manganeso y turquesas;
incluso arenas, gravas y pizarras de uso local.
La sierra de la Culebra
se encuentra en el noroeste de la provincia de Zamora, extendiéndose por las
comarcas de Tábara, Aliste, Carballeda, Sanabria y la región de Tras-os-Montes
en Portugal. Consta de tres ramificaciones[i] y
en sus proximidades discurre el río Esla. El trabajo del hierro ha quedado en
los numerosos topónimos de esta comarca: Ferreras de Arriba, Ferreras de Abajo,
Ferreruela o San Pedro de las Herrerías[ii].
También esta toponimia ha quedado reflejada en nombres de montes, valles,
fuentes, arroyos, regatos o lugares: El Ferradal, Valdehierro, La Ferrera, Peña
Ferrial, Cabezo Ferrero, Las Herrerías y Los Ferreros. No es de extrañar, pues
que los arqueólogos hayan excavado hornos en El Castillón. Se trata de dos
grandes estructuras ovaladas, próximas a la muralla, con unas dimensiones de 4 por 2,40 m. Son hoyos excavados en la tierra sobre los cuales se sitúan dos
o tres hiladas de piedras regulares y perfectamente trabajadas con trabazón de
argamasa. Estos hornos tendrían una cúpula de reverbero de adobe que se
retiraría tras la cocción. Además podrían contar con una entrada de 40 cm. de
anchura, jalonada por dos grandes bloques verticales de cuarcita.
Los dos hornos se han
datado en época tardoantigua y en uno de los dos se pueden ver dos fases
constructivas; la primera sobre un posible estrato de la Edad del Hierro, como
así lo indica la cerámica asociada al muro de la parte final del horno. Estos
hornos se utilizaron para reducir el metal y separarlo de su ganga al someterlo a elevadas temperaturas, enfriando el resultado metálico al aire. Así conocemos
cómo sería todo el proceso de la metalurgia del hierro en El Castillón entre
los siglos V y VI d. de C.
Algunos de los
materiales metálicos encontrados en El Castillón, ya sin distinción de épocas,
son un osculatorio de bronce, una fíbula de tipo Vyskok[iii],
una punta de jabalina de hierro, unas pinzas de bronce, un anillo de bronce y
una plaquita decorada en bronce, algunos de cuyos objetos se encuentran en el
Museo de Zamora.
[i] La
sierra de las Cavernas, la sierra de las Carbas y la sierra de Cantadores. El
Castillón se encuentra próximo a la sierra de las Cavernas.
[ii] Este resumen
se basa en el trabajo de Patricia Puentes Melgar, “La metalurgia del hierro en
el poblado de El Castillón”.
[iii] Por el
parecido con las de la localidad del mismo nombre, en Moravia meridional.
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