sábado, 11 de mayo de 2019

Un curioso judío



Salomón Usque fue un judío que vivió en Ferrara, Venecia y Constantinopla, por lo menos, habiéndose educado en un ambiente ventajoso, pues su padre puede que fuese el tipógrafo de la Biblia de Ferrara en ladino (1553)[i]. A finales del siglo XVI, encontrándose en Constantinopla, redacta un informe que se ha conservado en cuatro manuscritos, dirigido al embajador de la Corona británica en la ciudad otomana (el autor al que sigo dice que se trata del segundo embajador, pues la monarquía británica quería contrarrestar la influencia y monopolio veneciano en sus relaciones con los turcos).

En dicho informe aporta numerosos datos sobre la muerte del sultán Amurates III[ii] y la sucesión en el trono de su primogénito, Mahoma III[iii]. Como hemos dicho, Usque fue un personaje culto, quizá converso y vinculado a los judíos portugueses que a partir de 1538 se establecieron en Ferrara al amparo del duque Hércules II. Pasó por Venecia a mediados de siglo y, a finales del mismo ya estaba en Constantinopla. Llevó a cabo la traducción castellana de la primera parte del Canzoniere de Petrarca, publicado en 1567, y fue autor lírico y dramatúrgico.

El informe que ha estudiado Jordi Canals, que califica de confidencial pues va dirigido a un diplomático, consta de doce folios “de elegante escritura cursiva” y en él se relacionan los actos oficiales con los que el nuevo sultán, Mahoma III, dio inicio a su gobierno, pero también aporta datos sobre la vida y pasatiempos de la corte otomana. Usque debía tener buenas relaciones entre algunos cortesanos, pues la información que facilita está muy contrastada; se supone, por ejemplo, su amistad con Duarte Gómez, personaje que tenía relación con el duque de Naxos, y esto le permitió conocer bien las intrigas palaciegas. Roth, a quien cita Canals, señala que le ha sido imposible descubrir quién era el miembro de la familia ibn Tibbon… a quien menciona varias veces Usque, pero debe de haber sido una persona de cierta importancia y bien conocida para el embajador inglés.

Al final del informe, Usque añade dos sonetos en los que recrea la escena del asesinato de los hermanastros de Mahoma III, episodio central del documento. En el primero de dichos sonetos Usque se esfuerza por encarnarse en el papel del nuevo sultán, angustiado (suponemos que Usque) por el dilema de tener que eliminar a miembros de su propia familia al acceder al trono, lo que estaba impuesto por la costumbre. Fue hombre de gran curiosidad y admiró el refinamiento de la cultura otomana, por ejemplo las aficiones históricas y literarias de Amurates III, independientemente de otras costumbres cortesanas. Además –dice Canals- demuestra dotes de psicólogo, dedicando buen espacio a las semblanzas de los principales personajes históricos, pero no deja de aportar luces y sombras de aquella corte.

La sustitución de un sultán por otro tenía, como es lógico, interés político, de ahí que Usque dirija su informe al embajador inglés, aportando datos sobre el momento en que el sultán Mahoma III se dirige a la mezquita para el rezo del viernes. Debió de estar muchos años en Constantinopla, por la demostración que hace de su conocimiento sobre la pintoresca escenografía del séquito de jenízaros y eunucos que acompañan al sultán a “Santa Sofía”. La narración cobra una tensión especial cuando se refiere a la matanza de los hermanastros del sultán: todos, “desconocedores de su suerte”, han sido advertidos que tendrán que besarle la mano en señal de obediencia; pasan a la sala del trono uno a uno, según un orden dictado por la edad, de mayor a menor; uno tras otro son confortados por el sultán, que les hace ver la necesidad de ser circuncidados en aquel día; son acompañados a un recinto recóndito de palacio donde son ajusticiados uno tras otro.

Cabe formular la hipótesis –dice Canals- de que al informe ya elaborado fueran añadidas noticias de fecha posterior al 5 de febrero de 1595, pues hasta el 12 de febrero no fue enviado a Inglaterra. El embajador inglés, por su parte, apunta que este informe “concuerda con la verdad y no forma parte de ninguna vulgaridad”.

El reinado de Amurates III inicia la decadencia del poder otomano, aunque este durase hasta principios del siglo XX. En ocasiones, el prestigio del gobierno se debió más bien a ministros inteligentes o sin escrúpulos, según los casos. Por si ello fuese poco las guerras con Persia fueron constantes, además de con el reino de Hungría y otros estados. En cuanto a Mahoma III fue un sultán que no gobernó por sí mismo y se embarcó en una guerra contra Austria (1596-1605), favorable a la Sublime Puerta, lo que marcó todo su reinado.


[i] Para este resumen sigo a Jordi Canals, autor de “Un informe otomano de Salomón Usque (1595)”.
[ii] Conocido también como Murad III, reinó entre 1574 y 1595.
[iii] Conocido también como Mehmed III, reinó entre 1595 y 1603.

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