Salomón Usque fue un
judío que vivió en Ferrara, Venecia y Constantinopla, por lo menos, habiéndose
educado en un ambiente ventajoso, pues su padre puede que fuese el tipógrafo de
la Biblia de Ferrara en ladino (1553)[i]. A
finales del siglo XVI, encontrándose en Constantinopla, redacta un informe que
se ha conservado en cuatro manuscritos, dirigido al embajador de la Corona
británica en la ciudad otomana (el autor al que sigo dice que se trata del
segundo embajador, pues la monarquía británica quería contrarrestar la
influencia y monopolio veneciano en sus relaciones con los turcos).
En dicho informe aporta
numerosos datos sobre la muerte del sultán Amurates III[ii] y
la sucesión en el trono de su primogénito, Mahoma III[iii].
Como hemos dicho, Usque fue un personaje culto, quizá converso y vinculado a
los judíos portugueses que a partir de 1538 se establecieron en Ferrara al
amparo del duque Hércules II. Pasó por Venecia a mediados de siglo y, a finales
del mismo ya estaba en Constantinopla. Llevó a cabo la traducción castellana de
la primera parte del Canzoniere de
Petrarca, publicado en 1567, y fue autor lírico y dramatúrgico.
El informe que ha
estudiado Jordi Canals, que califica de confidencial pues va dirigido a un
diplomático, consta de doce folios “de elegante escritura cursiva” y en él se
relacionan los actos oficiales con los que el nuevo sultán, Mahoma III, dio
inicio a su gobierno, pero también aporta datos sobre la vida y pasatiempos de
la corte otomana. Usque debía tener buenas relaciones entre algunos cortesanos,
pues la información que facilita está muy contrastada; se supone, por ejemplo,
su amistad con Duarte Gómez, personaje que tenía relación con el duque de
Naxos, y esto le permitió conocer bien las intrigas palaciegas. Roth, a quien
cita Canals, señala que le ha sido imposible descubrir quién era el miembro de
la familia ibn Tibbon… a quien menciona varias veces Usque, pero debe de haber
sido una persona de cierta importancia y bien conocida para el embajador
inglés.
Al final del informe,
Usque añade dos sonetos en los que recrea la escena del asesinato de los
hermanastros de Mahoma III, episodio central del documento. En el primero de
dichos sonetos Usque se esfuerza por encarnarse en el papel del nuevo sultán,
angustiado (suponemos que Usque) por el dilema de tener que eliminar a miembros
de su propia familia al acceder al trono, lo que estaba impuesto por la
costumbre. Fue hombre de gran curiosidad y admiró el refinamiento de la cultura
otomana, por ejemplo las aficiones históricas y literarias de Amurates III,
independientemente de otras costumbres cortesanas. Además –dice Canals- demuestra
dotes de psicólogo, dedicando buen espacio a las semblanzas de los principales
personajes históricos, pero no deja de aportar luces y sombras de aquella
corte.
La sustitución de un
sultán por otro tenía, como es lógico, interés político, de ahí que Usque
dirija su informe al embajador inglés, aportando datos sobre el momento en que
el sultán Mahoma III se dirige a la mezquita para el rezo del viernes. Debió de
estar muchos años en Constantinopla, por la demostración que hace de su
conocimiento sobre la pintoresca escenografía del séquito de jenízaros y
eunucos que acompañan al sultán a “Santa Sofía”. La narración cobra una tensión
especial cuando se refiere a la matanza de los hermanastros del sultán: todos,
“desconocedores de su suerte”, han sido advertidos que tendrán que besarle la
mano en señal de obediencia; pasan a la sala del trono uno a uno, según un
orden dictado por la edad, de mayor a menor; uno tras otro son confortados por
el sultán, que les hace ver la necesidad de ser circuncidados en aquel día; son
acompañados a un recinto recóndito de palacio donde son ajusticiados uno tras
otro.
Cabe formular la
hipótesis –dice Canals- de que al informe ya elaborado fueran añadidas noticias
de fecha posterior al 5 de febrero de 1595, pues hasta el 12 de febrero no fue
enviado a Inglaterra. El embajador inglés, por su parte, apunta que este
informe “concuerda con la verdad y no forma parte de ninguna vulgaridad”.
El reinado de Amurates III inicia la decadencia del poder otomano, aunque este durase hasta principios del siglo XX. En ocasiones, el prestigio del gobierno se debió más bien a ministros inteligentes o sin escrúpulos, según los casos. Por si ello fuese poco las guerras con Persia fueron constantes, además de con el reino de Hungría y otros estados. En cuanto a Mahoma III fue un sultán que no gobernó por sí mismo y se embarcó en una guerra contra Austria (1596-1605), favorable a la Sublime Puerta, lo que marcó todo su reinado.
[i] Para
este resumen sigo a Jordi Canals, autor de “Un informe otomano de Salomón Usque
(1595)”.
[ii]
Conocido también como Murad III, reinó entre 1574 y 1595.
[iii]
Conocido también como Mehmed III, reinó entre 1595 y 1603.
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