domingo, 23 de octubre de 2011

La mujer humilde en el arte (IV)

"La vendimia", de Goya, es un óleo sobre lienzo que representa el otoño, de 275 por 190 cm. Se encuentra en el Museo del Prado y forma parte de una serie de cartones para tapices que representan las estaciones del año. Otros son "Las floristas" (primavera) "La nevada" (invierno) y "La era" (verano). La composición es piramidal, propia del neoclasicismo. El paisaje es tipicamete goyesco, con una paleta muy clara. La mujer del cesto, junto con los personajes del fondo, son trabajadores, mientras que la pareja sentada y el niño son de la alta sociedad. Puede verse la diversa actitud de cada uno de los dos grupos:


"Viejos comiendo sopa", de Goya, es un óleo sobre muro trasladado a lienzo, de 43 por 83 cm. Se encuentra en el Museo del Prado. Se trata de una de las "pinturas negras" que decoraron la "Quinta del Sordo". Junto con el resto de las pinturas negras fue trasladada de revoco a lienzo en 1873 por Salvador Martínez Cubells, pintor y restaurador español especializado en los géneros histórico y costumbrista. Se observa bien la aplicación del pigmento con espátula, lo que persigue un efecto menos formal y más dramático. Como en todas las pinturas negras la gama cromática se reduce a ocres, negros y grises, constituyendo un precedente de la pintura expresionista de principios del siglo XX:


"La matanza de Quíos", de Delacroix, pintada en 1824, es un óleo sobre lienzo de 417 por 354 cm. que se encuentra en el Museo del Louvre. Se trata de un episodio de la guerra de la independencia griega contra los turcos otomanos en ese mismo año: la matanza de 20.000 habitantes de las islas griegas y el sometimiento a la esclavitud de mujeres y niños supervivientes. Expuesto en el Salón de París, las pinceladas borrosas fortalecen la impresión de desolación. Las tonalidades son cobrizas, proporcionando al espacio una luz infernal. A la izquierda, una pareja moribunda. En primer plano una mujer vieja que mira hacia fuera del lienzo con gran patetismo. Un soldado turco se lleva a una mujer desnuda, lo que enfatiza la crueldad. Aquí no hay héroe; el conjunto de los griegos son el protagonista:


En un estilo realista, J.-Baptiste Madou, pintor y litógrafo belga, pintó un "Estudio" en 1845. En una estancia rústica y ambiente cetrino, un personaje muestra el dibujo hecho por un artista, sentado en el centro del cuadro. Una sola mujer y dos niñas aparecen en una escena costumbrista con otros personajes masculinos:


"Entierro de Ornans", de Courbet, es una obra de 1849 en óleo sobre lienzo de 315 por 668 cm. Se encuentra en el Museo D'Orsay. Fue presentada en el Salón de 1850 provocando un escándalo, ya que se había dado formato de una pintura de historia a un tema popular, un entierro de aldeanos. El romanticismo ante la revolución industrial se rompe, y los artistas tienden a mostrar su sensibilidad ante la desprotección de la clase trabajadora. Aquí se muestra con todo realismo un funeral -el autor aparece a la izquierda- al que asiste la comunidad, incluso un perro en primer plano. Ornans, población cercana a Besançon y natal del autor, se encuentra al Este de Francia. Las personas tienen un tamaño natural. A la derecha de la fosa hay un cráneo, que junto con los huesos en cruz de la tela que cubre el sarcófago, significan el "renacer a una nueva vida", propio de la masonería, con tradición en Ornans. Las cabezas de los personajes siguen la ondulación del relieve del fondo, pero las mujeres están agrupadas a la derecha. Domina una luz crepuscular que acentúa la soledad del paisaje, predominando los colores negro y blanco:


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